Remembranzas

Por Santos Gabriel Us Ake

El 20 de abril de 1970 inició la construcción de Cancún como centro turístico, de acuerdo a la declaratoria oficial del ayuntamiento Benito Juárez, y en este año se cumplen 49 años de aquel día memorable e histórico que marcó la vida de miles de personas que llegaron a trabajar y dieron su mejor esfuerzo.

Centenares de empleados se quedaron a vivir en este paradisíaco lugar cautivados por las bellezas naturales y el estilo de vida agradable pero también muchos decidieron retornar a sus lugares de origen, como es el caso de don Javier Cupul Uch, uno de los obreros que dieron su mejor esfuerzo en la construcción de este centro turístico.

Muchas personas que viven en los pequeños poblados de Quintana Roo trabajaron duramente en hacer realidad lo que hoy es Cancún y pasaron desapercibidos sin que alguien los recuerde pero tienen la satisfacción de haber contribuido en esta gran obra turística.

Don Javier Cupul Uch, uno de estos héroes desconocidos, nació el dos de diciembre de 1942 en Temozón, Yucatán, una comunidad ubicada a 12 kilómetros de Valladolid. En la actualidad tiene 77 años de edad, de los cuales 28 años dedicó a trabajar de manera incansable durante el día y la noche en la construcción de Cancún.

Él tenía apenas 12 años de edad cuando sus padres en 1954 lo llevaron a El Ideal, un pequeño poblado del municipio de Lázaro Cárdenas, Quintana Roo, y desde ahí siendo adulto fue llamado para laborar en la fundación Cancún; y de acuerdo a los relatos de varios pobladores de la zona rural en aquel entonces era poco creíble este proyecto pero decidieron participar en esta aventura.

Su trabajo en las empresas constructoras lo ayudó posteriormente a obtener una pensión mensual, de la cual vive ahora y con la ayuda de sus hijos se mantiene en el poblado de El Ideal hasta hoy, porque le pareció mejor regresar a su comunidad para gozar de una mayor tranquilidad que el bullicio de la ciudad, actualmente trastocada por la inseguridad. Don Javier Cupul Uch no aceptó una de las casas que se regalaban en ese entonces, ni compró terreno alguno y mucho menos instaló un negocio como muchos otros que aprovecharon la oportunidad y ahora tienen mejores condiciones de vida.

Aquellos hombres de las comunidades rurales que trabajaron en Cancún y retornaron a sus pueblos aprendieron de sus padres la agricultura de temporal, cortar la madera para la elaboración de durmientes para las rieles de ferrocarril de Yucatán, pero a diferencia de otros campesinos de su época él no fue chiclero (extracción de la resina del árbol de chicozapote para la elaboración de la goma de mascar).

Numerosos ex trabajadores de Cancún como don Javier Cupul Uch recuerdan los inicios de la fundación de este centro turístico. Ahora a los 77 años de edad y 49 de haber comenzado los primeros trazos de esta ciudad turística, solo le quedan los recuerdos de los intensos trabajos que realizó en la construcción de las calles, hoy con diabetes y pocas fuerzas, pero con la satisfacción de ser uno de los fundadores de El Ideal en el año 1954 y de Cancún a partir de 1970.