REMEMBRANZAS

Por Santos Gabriel Us Ake

En el lugar donde se encuentra actualmente la zona urbana de Cancún estaba la Central Buenaventura (algunos la llaman San Buenaventura) y no era un simple campamento chiclero sino un gran centro de acopio de la goma de mascar para su exportación en barco a los Estados Unidos, cuando Quintana Roo aún era territorio federal y gozaba del auge del chicle.
Don Eugenio Canché Chay, uno de los fundadores de Ignacio Zaragoza (kilómetro 80), fue chiclero durante 35 años en la zona norte, centro y sur de Quintana Roo y afirma que trabajó en Buenaventura antes de que el gobierno federal planee la construcción de Cancún como centro turístico.
Las marquetas de la goma de mascar se concentraban en dicha central y desde las playas de Cancún se llevaba al barco fondeado en la costa o también a Isla Mujeres, de donde partían las embarcaciones, y desde luego los que ganaban más eran los fabricantes, le siguen los contratistas y finalmente los chicleros de puya de acero o a pie limpio.
Con Eugenio Canché Chay, originario de Valladolid, Yucatán, de 89 años de edad, con asentamiento en Ignacio Zaragoza desde muy joven, era de aquellos chicleros de a pie limpio, o sea que se subía a cortar las líneas del chicozapote sin puya de acero. Hoy día recuerda aquella época de bonanza del chicle cuando todos ganaban dinero, unos más y otros menos, como en toda actividad comercial.
Trabajó tres temporadas del chicle de agosto a enero en la Central Buenaventura con el contratista Polo Montes, quien dominaba toda esta zona de extracción de la goma de mascar, incluyendo Rancho Viejo, y colindaba con Leona Vicario (antes Hacienda Santa María). En ese entonces no había carretera y por tanto el recorrido lo hacía a pie bajo la selva sin más guía que las brechas y el instinto de sobrevivencia.
Sin carretera recorrió Punta Maroma, Tankah, Chunyaxchén, Akumal, Felipe Carrillo Puerto, Chacchoben, Santa Cruz Chico (hoy Pedro Antonio Santos), entre otros, y la última temporada de su carrera chiclera de 35 años fue en Chacchoben en el sur de la entidad. En este último conoció a dos cocineras negras del vecino país de Belice, que entre otras cosas hacían pan queque, porque esta industria le dio empleo también a los beliceños.
Había también correo aéreo de Mérida a Chetumal, Cozumel e Isla Mujeres, y se recogían las cartas en la orilla de la playa,  de acuerdo a las memorias de don Eugenio Canché Chay, y cuando terminó su contrato en el chicle regresó a la milpa en Ignacio Zaragoza, donde vive en la actualidad en soledad desde hace cuatro años porque falleció su esposa doña Dolores Caamal Maas el 12 de noviembre de 2015. Aunque sus hijos viven cerca de él, la vida no es igual porque ya está cansado como él mismo explica.
En ese tiempo de extracción de la resina del chicozapote para la goma de mascar, no existía todavía el municipio Benito Juárez, Isla Mujeres y Lázaro Cárdenas, sino eran delegaciones que pertenecían a Cozumel, tal como indican algunos documentos que él tiene de hace 50 ó 40 años, y ante la falta de carretera en ese entonces él tenía que caminar hasta Puerto Morelos para abordar el barco a Progreso, Cozumel o Chetumal
Finalmente llegó la debacle del chicle y con el inicio de la construcción de las carreteras federales 180 y 307 cambió la vida de los habitantes.

PRONOSTICAN CHUBASCOS CON ACTIVIDAD ELÉCTRICA SOBRE LA PENÍNSULA DE YUCATÁN EN LAS PRÓXIMAS HORAS

Entrada anterior

QUIERO TRABAJAR CON LA GENTE DE FORMA HONESTA Y TRANSPARENTE : KARLA ROMERO

Entrada siguiente

Quizá te pueda interesar

Más en PARADIGMAS

Comments

Comments are closed.