REMEMBRANZAS

Por Santos Gabriel Us Ake

FRANJA DE POBREZA, DE FALSAS PROMESAS Y DE ABSTENCIONISMO

Una de las franjas de miseria de Cancún se encuentra en un tramo de 10 kilómetros al sur de la avenida José López Portillo en la salida hacia Mérida, Yucatán, en donde se fomentaron hace aproximadamente 20 años alrededor de 70 colonias irregulares y ahí viven más de 150 mil personas entre adultos, jóvenes y niños.

Estas cifras fueron calculadas por la agrupación de colonos Equipo Comunitaria de Gestoría, pero en realidad no se cuenta con un censo exacto porque son tierras ejidales de Alfredo V. Bonfil para uso agrícola pero utilizadas para casa habitación sin cumplir con la Ley de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano del Estado de Quintana Roo y la Ley de Acciones Urbanísticas (que sustituye a la Ley de Fraccionamientos), aprobadas en mayo de 2018 por la XV Legislatura del Congreso del Estado.

Esta extensa franja de marginación abarca desde el kilómetro 300 de la carretera federal 180 Cancún-Mérida, a la altura de la entrada de la colonia Chiapas Siglo XXI, hasta el 310 en las inmediaciones de la avenida Lakín en la periferia de la zona regular de la ciudad. La mayoría de estos asentamientos no cuenta con agua potable, drenaje sanitario, pavimentación de calles, aceras, guarniciones, recoja de basura, vigilancia policiaca, energía eléctrica doméstica, alumbrado público, centro de salud, mercado, escuelas preescolar, primaria y secundaria, etcétera.

A lo largo de más de 20 años ninguna autoridad municipal, estatal y federal ha resuelto este problema de falta de servicios urbanos, sino al contrario ha tolerado e incluso promovido el crecimiento urbano desordenado y por eso no parece haber indicios de solución a este sufrimiento de miles de familias que vinieron a Cancún en busca de mejores condiciones de vida. Lejos de encontrar bienestar, han hallado injusticia social y la muerte en el peor de los casos, porque prácticamente es una tierra sin ley que no parece ser parte del centro turístico de primer mundo que es Cancún.

Algunas colonias irregulares que se pueden mencionar, de norte a sur son por ejemplo La Misericordia, ABC, El Milagro, El Jordán, Avante, Valle Verde, Rinconada Paraíso, Las Pencas, Chichén Itzá, Tres Reyes, Santa Martha, El Porvenir, Chiapas Siglo XXI, entre otras, con miles de casos de familias en extrema pobreza. Existen numerosas experiencias de niños que nacieron pobres en el año 1999, crecieron pobres y se han casado en condiciones de desventaja sin ver aún el mejoramiento urbano de su colonia.

Cada asentamiento humano tiene diferentes problemas de la tenencia de la tierra, porque algunos compraron los terrenos directamente a los ejidatarios, otros a inmobiliarias que a su vez los adquirieron a los ejidatarios, así como miles de casos de traspasos (operación de compraventa a un posesionario) e invasiones. Pero el común denominador es la falta de servicios públicos y la carencia de certidumbre jurídica sobre los predios que ocupan.

Ciertamente algunos habitantes han logrado construir una buena casa, pero son los menos, porque la gran mayoría vive en chozas endebles comúnmente conocidas como “palapas”, hechas a base de madera o palos de la región, techos de cartón o lonas recicladas y piso de tierra que son características de la extrema pobreza.

Desde antes de las elecciones, durante el recorrido que un servidor ha realizado en varias colonias irregulares de esta franja, numerosos pobladores advirtieron que no votarán a favor de ningún candidato porque solo han sido utilizados para falsas promesas y para llegar al poder; y ciertamente la gran mayoría cumplió con no sufragar porque estas elecciones del pasado dos de junio fueron las más bajas de la historia de Quintana Roo, y seguramente así seguirán por muchos años más sin la esperanza de contar con servicios urbanos ni la titulación de los terrenos.