REMEMBRANZAS
Por Santos Gabriel Us Ake

¿A qué se debe que algunas personas expresen declaraciones escandalosas en las redes sociales y después al notar las graves repercusiones se vean obligadas a disculparse e incluso a renunciar a sus cargos? Existen estudios psicológicos que sostienen que quienes discriminan, insultan, ofenden o se mofan de otras personas en realidad expresan el contenido reprimido en el inconsciente en muchos casos sin darse cuenta en ese momento del alcance real de sus palabras o hechos.
Cuando posteriormente perciben a cabalidad las graves consecuencias de sus expresiones, no tienen más opción que disculparse, suplicar el perdón de los ofendidos e incluso renunciar a los puestos que ocupan, dada la gran cantidad de condenas en las redes sociales. Incluso en algunas ocasiones empeoran el problema al disculparse porque ya nadie les cree.
En un caso reciente, Francisco Cano Ail, presidente del Consejo Nacional de Estudiantes del Partido Acción Nacional (PAN) en Yucatán, escribió en su cuenta de redes sociales “Ojalá la hubiesen abortado. Ah verdad… jaja”, en respuesta a la postura de la actriz Yalitza Aparicio a favor de la despenalización del aborto en Oaxaca. En consecuencia el secretario nacional de Acción Juvenil del partido, Alan Avila Mago, solicitó la renuncia de Francisco Cano Ail por contravenir la doctrina de la organización a favor de la defensa de la vida.

El partido tiene entre sus principios luchar a favor de la concepción y por tanto es inaceptable que alguno de sus dirigentes desee el aborto de una persona aún de manera hipotética, como en este caso. No voy a adentrarme en el funcionamiento del inconsciente porque se requiere una especialización, pero sí considero necesario tomar en cuenta que en la mente existen contenidos generados por nuestra formación en la vida que podrían salir a flote en cualquier momento de manera impulsiva si antes no se reflexionan o procesan de manera adecuada.
En las ciencias de la comunicación existe el concepto de “información” y “conocimiento”. El primero se refiere a los hechos tales como sucedieron, mientras que el segundo corresponde a la interpretación que le da cada persona. En este caso el dirigente juvenil no expuso la declaración de Yalitza Aparicio meramente como información sino que le dio una interpretación contraria a la doctrina política de su partido, que se supone debió tener presente.
Ejemplos de declaraciones desafortunadas existen muchas, como la primer oficial de Interjet, Ximena García, quien sugirió que “debería caer una bomba en el zócalo… nos haría un favor a todos”. Lo dijo en el marco del Grito de Independencia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Ante la gran cantidad de reprobaciones, ella se disculpó posteriormente al darse cuenta del grave daño ocasionado, pero la aerolínea la suspendió de sus labores porque sus declaraciones en su cuenta de redes sociales no corresponden a los valores de la empresa.
Las expresiones de algunos personajes adquieren relevancia en las redes sociales principalmente por la importancia de la institución o empresa que representan, por el grado de preparación que tienen, la coyuntura social que se vive, la forma en que se expresan las ideas, etcétera. En las redes sociales existen millones de expresiones desatinadas cada segundo, propias de las “legiones de idiotas” a las que se refirió el escritor y filósofo italiano Umberto Eco, sin embargo la gran mayoría no se “viraliza” porque no reúne las características de prominencia.
Lo más recomendable en el uso de las redes sociales (social networks) es no dar rienda suelta de manera impulsiva a los contenidos del inconsciente, porque muchos de estos no están debidamente procesados como conceptos lógicos ni racionales. El expresarlos de manera impulsiva conducen a situaciones escandalosas y desastrosas, como los dos ejemplos antes mencionados, y lo mejor en estos casos es aplicar los principios universales de respeto, honestidad, lealtad, tolerancia, responsabilidad, gratitud, solidaridad, generosidad, amistad, bondad, humildad, entre otros, que incluso algunos de estos principios ya están contemplados en las nuevas leyes de juicios orales, como el respetar la dignidad humana.
El desear el aborto de alguien, sugerir la caída de una bomba sobre una multitud, burlarse de la condición de una persona, ofender las creencias de alguien, etcétera, no son posturas apropiadas, pero desgraciadamente seguirán ocurriendo en las redes sociales y en cada caso el emisor tendrá que afrontar las consecuencias.