Remembranzas
Por Santos Gabriel Us Ake

La Casa Blanca anunció por medio de su vocera Stephanie Grisham que cancelará las suscripciones de los diarios The Washington Post y New York Times para ahorrar cientos de miles de dólares de los contribuyentes. Antes, sobre este tema el presidente republicano Donald Trump acusó a los dos medios informativos de difundir “noticias falsas” y además ser “deshonestos” en su contra.
Mientras esto ocurre en los Estados Unidos de América, las dos cadenas de televisión más grandes de México, Televisa y TV Azteca, se desplomaron sus ventas de publicidad en el tercer trimestre de 2019 porque el gobierno centroizquierda de Andrés Manuel López Obrador no contrató publicidad como lo hacían sus antecesores de derecha.
En el caso de Donald Trump, la Casa Blanca ha calculado que los dos diarios antes mencionados y las cadenas de televisión CNN y MSNBC han publicado más de ocho mil 500 noticias sobre la “trama rusa”, o sea la supuesta intervención de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016 para favorecer a Donald Trump. Han transcurrido casi tres años desde los comicios y los medios de comunicación que acusan a Donald Trump no han demostrado la veracidad de sus acusaciones.
Con respecto a Televisa y TV Azteca, el gobierno federal ha declarado que la reducción de publiciad se debe a la austeridad pero en realidad tiene que ver con el manejo noticioso tendencioso que desplegaron contra él durante las tres campañas que contendió por la presidencia de la República. Las cifras de las reducciones de las ganancias se reflejan en los reportes que han reportado en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), a diferencia de la bonanza que tuvieron durante los gobiernos del PRI y del PAN en sexenios anteriores y que apoyaron ampliamente, incluso con publicidad disfrazada de noticia periodística.
Los medios de comunicación son instrumentos ideológicos y por tanto apoyan a los gobiernos que le son afines, lo cual es parte de la democracia y no se puede negar, pero lo que no se vale es tergiversar los hechos y faltar a la verdad. Siempre se ha defendido el derecho a la libertad de expresión y ha sido motivo de guerras, pero ahora con los cambios que están teniendo las sociedades, se apela al derecho a la veracidad. Incluso las nuevas leyes estableces que los lectores ya no son simples consumidores de noticias como antes sino sujetos de derecho a la información y a la verdad. Y en este caso a una información periodística lo más veraz posible.
Existen muchos medios de comunicación y periodistas que alegan siempre el respeto a la libertad de expresión en cualquier circunstancia, incluso a veces a sabiendas que está faltando a la verdad. Posiblemente con el alud de mentiras, memes y burlas que circulan en las redes sociales, también algunos medios de comunicación y periodistas se han dejado llevar por esta tendencia a mentir, a enjuiciar sin bases, a dar verdades a medias, tergiversar, calumniar, desinformar, etcétera.
En respuesta a la postura de Donald Trump de cancelar las suscripciones de dichos periódicos el presidente de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, dijo que “No tengo dudas de que los esforzados reporteros de The New York Times y el Washington Post seguirán haciendo periodismo de calidad, sin importar si el presidente reconoce que los lee”. Agregó que “el pretender ignorar el trabajo de una prensa libre no hará que las noticias desaparezcan ni impedirá que los reporteros le informen al público y hagan que los que están en el poder rindan cuentas”.
Eso es cierto y está bien que hagan ejercicio de la libertad de expresión inclusive con supuestos como la probable intervención de Rusia para favorecer a Donald Trump, y la sistemática publicación de sus fotografías con gestos iracundos y grotescos; y el que Televisa y TV Azteca hayan denostado o hayan ignorado a López Obrador como noticia. Pero el faltar a la verdad noticiosa eso ya no es periodismo ni forma parte de las teorías de las comunicación.
Que sigan enjuiciando con bases e investiguen el quehacer gubernamental para denunciarlo públicamente, sea de cualquier partido político e ideología, porque el lector demanda el derecho a la información y a la veracidad no sólo en los medios convencionales, sino también en las redes sociales. Ahora con las redes de internet al alcanza de la mayoría de la gente, existe una sociedad más informada que califica quién dice la verdad y quien miente. Decide a quien lee y a quién no lee, a quien mantiene como “amigo” y a quién bloquea.
Donald Trump está en su derecho de no renovar las suscripciones de los periódicos The Washington Post y New York Times, no es obligatorio, y de pedir a las demás instituciones de gobierno hagan lo propio; y Andrés Manuel López Obrador está en su derecho de no contratar publicidad a Televisa y TV Azteca. Ciertamente las noticias se seguirán publicando y no se van a detener por eso, pero lo que sí es una obligación para cualquier medio de comunicación es conducirse con la mayor veracidad posible, porque es un derecho que tiene el ciudadano

ENCABEZA CARLOS JOAQUÍN TERCER CONGRESO MAYA

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