REMEMBRANZAS
Por Santos Gabriel Us Ake

Fue interpretado como un desprecio a los derechohabientes el hecho de que el director general del ISSSTE, Luis Antonio Ramírez Pineda, de origen priísta, haya entrado y salido en la puerta lateral del hospital de Cancún durante la gira privada que realizó el pasado viernes ocho de noviembre en compañía del gobernador, Carlos Joaquín González, y la presidente municipal de Benito Juárez, Mara Lezama.
Los manifestantes se concentraron en la puerta del hospital para reclamar con justa razón la asignación de más camillas para los pacientes y la contratación de más médicos especialistas para reducir los tiempos de espera de hasta ocho horas o más para las consultas. En el departamento de urgencias solamente existen 14 camillas para los 87 mil derechohabientes de los siete municipios de la zona norte, de los cuales un promedio de cien acuden al día. En consecuencia decenas de personas esperan su turno con desesperación, situación que se agrava con la falta de medicamentos e insumos para la atención médica.
Son más los inconformes pero prefirieron no asistir porque se han convencido después de muchas protestas a lo largo de los años que no se logra nada, salvo el desprecio del director general Luis Antonio Ramírez Pineda. En una ocasión una de las activistas de la derechohabiencia del ISSSTE intentó entregar un pliego petitorio al gobernador Carlos Joaquín González sobre las carencias del hospital pero ni siquiera lo recibió y alegó que no es de su competencia por ser un tema federal.
Pero parece ser que tampoco es un tema federal porque el direcror general (en compañía del gobernador y la presidente municipal) entró en la puerta lateral de las ambulancias entre las 16:00 y las 16:30 horas, realizó el recorrido en las áreas más bonitas y salió en la misma ruta, no en el acceso principal como debió haber sido para escuchar las demandas de quienes pagan el seguro médico.
Algunos trabajadores que estaban dentro del hospital aprovecharon pedir a las autoridades que atienden el problema de la inseguridad en Cancún, que ha alcanzado niveles alarmantes en los últimos tres años, pero de igual manera respondieron que es un asunto nacional. Pero quien aprovecho la ocasión fue una senadora de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), quien se ofreció a hacer llegar sus demandas a las autoridades federales, aunque no estaban convencidos de que surtiera efecto, pues quien debía recibir las quejas simplemente los despreció.
Ese día el gobernador había asistido a las 11:30 horas en la ciudad de Chetumal al Primer Encuentro Académico de Salud Pública” y su presencia en el hospital del ISSSTE en la tarde con el director general no estaba en su agenda pública, pero de alguna manera los derechohabientes se enteraron y decidieron acudir a sabiendas de que en este caso particular las protestas no sirven de nada.
En Chetumal se informó que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y una senadora de Morena, pidieron al director general del ISSSTE atender a los líderes sindicales y a los manifestantes, pero mientras tanto los derechohabientes de Cancún ya habían sufrido semejante desprecio por parte del director general del ISSSTE.

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