Horas antes de que comenzara la edición 62 de los premios Grammy, el mundo quedó paralizado con la trágica noticia del fallecimiento del basquetbolista, Kobe Bryant y su hija de 13 años, Gianna, en un accidente de helicóptero en el cual perdieron la vida cuatro personas más.

Tanto la alfombra roja como la ceremonia de los premios más importantes de la industria de la música se tiñeron de luto y tristeza por la pérdida de uno de los jugadores más emblemáticos de la NBA, especialmente teniendo en cuenta que la ceremonia ha tenido lugar en el Staple Center, casa de los Lakers de Los Ángeles, equipo donde Bryant jugó durante toda su carrera.

En tal sentido, los premios comenzaron en un tono sumamente emotivo. Por supuesto, las primeras palabras de la anfitriona de la noche, Alicia Keys, fueron dedicadas a la terrible pérdida que el mundo y el deporte había subido con la muerte de Kobe Bryant y lo especial que era estar esa noche en el Staple Center “la casa que Kobe construyó”, como sentenció la cantante.

Al tratarse de una noche dedicada a la música, Keys, vestida con un impresionante vestido plateado de escote asimétrico de Atelier Versace, procedió a recibir en el escenario a la legendaria banda Boyz II Men, para brindar un sencillo pero muy sentido homenaje al número 24 de los Lakers con una canción que interpretaron a capella “que describía un poco” el sentimiento general.

Con las emociones a flor de piel, las cámaras se pasearon por el público repleto de celebridades que no pudieron contener las lágrimas mientras entonaban la canción.

El homenaje terminó con una ronda de aplausos, luces apagadas y solo la imagen de la camiseta de los Lakers de Kobe en una de las pantallas del lugar.

De esta manera, nominados e invitados de la noche dieron su último adiós a uno de los atletas más emblemáticos del deporte mundial.

Fuente:Vogue