PERSPECTIVAS

Gabriela Ruiz Serna

No hace falta recordar que la espiral de violencia no da tregua, menos en estos días que el hallazgo de cadáveres en Cancún ha sido constante.

Lo que hace falta es que el Comité de Consulta y Participación de la Comunidad en Seguridad Pública del Estado de Quintana Roo se active ya y evitar que quede en otra simulación como tantas otras.

Y digo simulación porque si bien se dio a conocer a mediados de diciembre el año pasado, el decreto que determina la conformación del Consejo no ha sido publicado en el Periódico Oficial, por lo tanto no hay sustento legal para el mismo.

Ya pasó más de un mes de las fotos, los boletines, las primeras planas y las declaraciones de siempre sobre la importancia de la participación de la ciudadanía y de trabajar juntos para construir un mejor Quintana Roo y del gobierno cercano a la gente.

Los integrantes del Consejo: representantes de la comunidad, de asociaciones civiles y de cámaras empresariales, se han reunido una sola vez -de manera extraoficial- para que la autoridad les informara lineamientos y alcances del mismo, lo que debieron saber incluso antes de aceptar ser parte de él.

En tanto, Cancún figura en la encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del INEGI, con un incremento en la percepción de inseguridad: de 86.2 en septiembre de 2019 a 89.6 en diciembre del mismo año.

Aunque vale mencionar que de diciembre de 2018 a diciembre de 2019 pasó de 89.0 a 89.6

La Encuesta detalla que 53.5% de la población en México reconoció haber cambiado hábitos respecto a “caminar por los alrededores de su vivienda, pasadas las ocho de la noche”; 53% cambió rutinas en cuanto a “permitir que sus hijos menores salgan de su vivienda” y 36.6% cambió rutinas relacionadas con “visitar parientes o amigos”.

Es decir, la tendencia no permite ver mejoría y será cada vez más difícil revertir la percepción de un Cancún inseguro, lo que deberían tomar en cuenta sobre todo de cara a los nuevos desarrollos hoteleros.

Gobierno, dependencias, organizaciones, empresarios y ciudadanos tienen la oportunidad de oro para lograr acciones que permitan mantenernos seguros, o por lo menos tener esa percepción por nuestro bien y el de nuestros visitantes.