COLUMNA PARADIGMAS

Un verdadero dilema tendrá seguramente el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, cuando este jueves tome la decisión de regresar o no al color rojo en el semáforo epidemiológico. La decisión no es nada fácil a pesar de que es claro que el número de contagios por coronavirus van en aumento en todo el territorio estatal, principalmente en la capital, Chetumal , donde desde la noche del pasado lunes se cerraron vialidades para disminuir la movilidad y por ende evitar que la gente continúe saliendo de sus casas por cualquier situación que no amerita alguna urgencia o necesidad extraordinaria.

Carlos Joaquín, no es el único que tiene este panorama en su entidad, también Mauricio Vila, Alejandro Murat, gobernadores de Yucatán y Oaxaca respectivamente e incluso Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México, solo por citar algunos, sin embargo el caso de Quintana Roo es de vital importancia por todo lo que representa para el país y por ende para los mismos quintanarroenses, y es que nuestro estado es el líder nacional turísticamente hablando, es la entidad que recibe el mayor número de turistas internacionales en México, aproximadamente un 20 por ciento del total.

Por si fuera poco Quintana Roo por ejemplo tuvo una derrama económica de más de 15 mil millones de dólares en 2019, cifras que no regresaran hasta que en primer término se logre el control absoluto del covid-19 a través de una vacuna o medicamento cien por ciento eficaz y por otra parte la recuperación económica total, no solo en nuestro país sino en todo el mundo.

Si bien es cierto que la salud es lo primero , como ya lo ha mencionado el propio gobernador quintanarroense, la realidad es que van de la mano, porque de nada servirá mantenernos todos en casa mientras se desmorona la economía, como también salir todos de los hogares para reactivar las finanzas aunque se de un rebrote de proporciones mayúsculas que terminen por destruir lo ganado hasta la fecha.

No es fácil , es un dilema que enfrenta Carlos Joaquín , posiblemente una de las decisiones más importantes durante su mandato, y deberá decidir como estadista , no como ciudadano , ni por la voz del pueblo, porque a pesar de ser un gobierno democrático y se mencione que democracia significa “gobierno del pueblo” nuestra cultura ofrecería respuestas como las que vemos en las calles , gente sin importarle la mortalidad del virus, desairando las recomendaciones de los tres niveles de gobierno, ignorando protocolos de seguridad y por si fuera poco criticando cualquier decisión de nuestras autoridades ya sea federal, estatal o municipal, con nada se le tiene contento a la población en general.

El tema de las playas , en donde hoteleros proponían que durante la contingencia sanitaria se permitiera el acceso a las mismas solo a turistas hospedados o comensales de restaurantes que gozan de ese privilegio , me parecen muy válidos , sin embargo surgen de repente esas voces que critican y se desgarran las vestiduras al decir que las playas son públicas y que deben estar abiertas para todos los mexicanos, y tiene razón pero en este contexto , en este momento, en esta circunstancia que la pandemia nos ha puesto, es imprescindible mostrar inteligencia, empatía y sinergia. Las playas son públicas y por ello no está permitido el acceso a las mismas, para evitar aglomeraciones que impliquen mayor cantidad de casos positivos por covid-19.

A nadie debe perjudicar esta apertura parcial de playas que es para los “pocos” turistas que están llegado a los diferentes destinos de la entidad, no se trata de pensar en que solo estamos beneficiando a los hoteleros, no, se trata de analizar que debemos mostrar hoy más que nunca empatía, y no es solo para los hoteleros o restauranteros, es para aquellos quintanarroenses que viven directamente de la actividad turística, que están cumpliendo con las medidas de protección para no ser contagiados y no contagiar al turista , que es nuestro principal agente para lograr la recuperación que todos deseamos, en este sentido no estamos para posturas radicales sino racionales.

La decisión que tome Carlos Joaquín , debemos apoyarla , si usted votó por él o no, si es panista, priista o morenista , eso hoy no cuenta , aquí la situación es que debemos cerrar filas , porque de nada servirá cualquier determinación, si continuamos desatendiendo o incluso menospreciando el esfuerzo y las recomendaciones que brinda el gobierno.