Chetumal, Quintana Roo 31 de agosto 2020.- La XVI Legislatura del estado de Quintana Roo no sólo se ha convertido en la caja chica de los 25 legisladores y empleados de confianza, sino que además es la agencia de colocación de empleos para el pago de dádivas, lo que lo ha convertido en el Congreso de aviadores.

De acuerdo con el portal nacional de transparencia, en 2020, en el primer semestre el Congreso de Quintana Roo reportó un total de 636 empleados a cargo del Poder Legislativo, con cargos y remuneraciones, entre otros rubros que se exhiben en documento adjunto esta nota informativa.

Es decir, mantiene una nómina que beneficia de manera directa a los partidos políticos y “ofrece” trabajo directo a quienes están inmiscuidos en la operatividad de los mismos, pero lejos de las actividades propias del Poder Legislativo, ejemplo: Los empleados directos de los partidos políticos, a quienes no se les paga en sus sedes y cobran sus quincenas a costillas del erario público o simplemente, sólo cobran.

Sol Quintana Roo se dio a la tarea de realizar un recorrido por las instalaciones del Poder Legislativo y se dio a la tarea de entrevistar a algunos empleados en diversos departamentos, quienes corroboraron que más de 50 por ciento de la nómina que se paga, pese a estar debidamente registrada, es ficticia.

Estas personas perciben excelentes sueldos, pero nunca han trabajado en ninguna de las áreas del Congreso del Estado, es decir, son recomendados o simplemente personajes que están integrados a la nómina del Congreso de Quintana Roo: Aviadores.

Hasta el momento, ningún diputado ha hecho comentario alguno al respecto, ni la defensora de la igualdad, la imparcialidad y el respeto a las leyes: “Doña Perfecta”, Reina Arelly Durán Ovando, titular de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo) de la XVI Legislatura. Y esto, porque todos los legisladores tienen incrustado gente en la nómina del Congreso, que por cierto pagan miles de quintanarroenses.
En el documento que presenta Sol Quintana Roo se pueden apreciar los 636 “trabajadores” que cobran en el Poder Legislativo, desde el ejercicio (que sería 2020 en el caso), Periodo que se informa, Tipo de integrante del Sujeto obligado, Clave o nivel del puesto, Denominación o descripción del puesto, Denominación del cargo.

Así como Área de adscripción, Nombre del empleado, Sexo, Remuneración bruta, Remuneración neta, Percepciones en efectivo, Gratificaciones, Primas, Dietas, Estímulos, Fecha de validación, Área responsable de la información, Año y Fecha de actualización.

De acuerdo con los mismos empleados del Congreso de Quintana Roo los salarios no solamente están mal tabulados, sino que además quienes reciben un salario alto son quienes han llegado “recomendados” o simplemente pertenecen a alguna de las plantillas de los partidos políticos que integran la XVI Legislatura del Congreso del Estado.
Lo anterior es corroborado por la oficialía mayor del Poder Legislativo del estado de Quintana Roo, y su dirección de administración y finanzas de acuerdo con el artículo 91, Fracción VIII de la Ley de Transparencia y Acceso a la información pública del estado de Quintana Roo.

Cabe mencionar que dicho documento muestra la remuneración bruta y neta de todos los servidores públicos de base y de confianza, respectivamente, que perciben sueldo u otro tipo de pago a través del Poder Legislativo.

El Congreso de Quintana Roo está siendo lacerado por un grupo de políticos improvisados que lo único que buscan es obtener ganancias a corto plazo y beneficios personales, olvidándose de los quintanarroenses y muy en especial de la clase trabajadora, quienes en ocasiones tienen años al servicio del Poder Legislativo y hasta el momento continúan percibiendo su mismo sueldo.

La descomposición política que se vive en Quintana Roo ha dado como resultado la “unión” de diputados afines, aunque no del mismo color, y sectas políticas que lo único que han hecho es obtener ganancias personales y alimentar la corrupción y el improperio a los miles de quintanarroenses.

Caso exacto, la política que ejerce desde la primer curul Reina Durán, quien se ha convertido en una cómplice más de las malas acciones de los diputados y es ella misma quien la abandera, de manera indirecta, con sus acciones y falta de mano firme para poner las cosas en su lugar. ¿O tendrá miedo?

PROBLEMAS INTERNOS Y CUOTAS DE PODER

Hasta el momento nadie ha hecho comentario alguno al respecto. Al iniciar la XVI Legislatura del Congreso de Quintana Roo se dijo, por segunda ocasión que las cosas iban a cambiar. En 2019, se tuvo una nómina de 655 empleados y se comenzó un recorte parcial, pero de la gente que estuvo trabajado con los anteriores amos del balón. Es decir, el recorte fue principalmente para los priistas, quienes tuvieron que ceder sus posiciones.
Nunca se informó, correcta, debida o transparentemente hasta donde llegó ese primer recorte. Así, como tampoco se dio a conocer a cuántas personas ascendieron las nuevas contrataciones, por asesores, empleados directo, indirectos, etcétera.

Sin tapujos, hay que mencionar que los 25 diputados han aprovechado al máximo su posición para obtener beneficios directos. Todos han criticado a todos, pero sus dichos se han quedado en sólo eso: Palabras. Porque acciones no ha habido ninguna y este nuevo Congreso se irá y todo quedará igual.

Reina Durán sólo mostró palabrería y lucimiento. Ahí sigue su antecesor y compañero de bancada, Eduardo Lorenzo Martínez Arcila, quien nunca comprobó los más de 300 millones que utilizó para apoyos sociales… Ahí están también las acciones realizadas por Édgar Gasca Arceo.

Es vergonzoso observar cómo los 25 diputados integrantes de la XVI Legislatura del Congreso de Quintana Roo se ríen de los quintanarroenses, de sus leyes, y sólo muestra sus imposiciones.

¿Por qué ningún diputado se atreve a denunciar a otro? Fácil de contestar, porque existen problemas internos y cuotas de poder que en su momento fueron debidamente pactadas.
Todos y cada uno de los diputados tienen gente dentro de la nómina del Congreso del Estado y por eso que en la lista que publicará íntegramente Sol Quintana Roo, usted amable lector, podrá encontrar nombres y apellidos muy conocidos y los empleados del Poder Legislativo salir de sus dudas y saber gracias a quienes ellos se mantienen con sus mismos sueldos y sin poder avanzar económicamente.

ALIANZAS Y TRAICIONES

Sin embargo, pese a los acuerdos internos para manejar y “transparentar” la nómina del Congreso del Estado, los 25 diputados de la XVI Legislatura -sin haber terminado su labor como representantes populares- pasarán a la historia.

Ya son reconocidos como los más grandes estafadores del Estado, los que a la primera de cambio decidieron abandonar al pueblo y dedicar el tiempo “otorgado” por la pandemia ocasionada por el Covid-19, en hacer campañas en favor propio o de sus partidos. Y es precisamente allí, donde entran en acción los aviadores incrustados en la nómina.
Demostraron haber llegado a sus curules por molestia de los ciudadanos, que ingenuamente decidieron optar por otro cambio, que… también salió mal. Pero, que en esta ocasión los legisladores sí aprovechar la ocasión. Y aunque faltan poco más de 3 meses para diciembre, veremos los beneficios que obtendrán.

Los 25 diputados no sólo están en tela de juicio, sino que han demostrado ser inoperantes, insensibles, impávidos, pero dedicados de manera formal en su bienestar y en su futuro; Pensando en su salida y su negociación económica para la aprobación de la cuenta pública.

Puesto que sólo hay que recordar que la primera gran deferencia para llenar los bolsillos se dio al iniciar el gobierno del cambio, donde Miguel Ramón Martín Azueta tuvo que comprar conciencias para obtener la presidencia y luego fue desbancada por el “money” de Morena.

Mañana sólo queda esperar las nuevas traiciones, las nuevas negociaciones, los nuevos candidatos y posibles nuevos cuadros políticos, conocidos, pero con otros colores. Todos a la embestida para ganar una curul y evitando totalmente una nueva crisis legislativa.

DIPUTADOS COBARDES

Así como tampoco hay que olvidar que Quintana Roo tiene un Congreso perezoso, apático, ignorante, insensible y cobarde para enfrentar las causas que aquejan a los diversos sectores sociales y productivos, hoy severamente afectados por la pandemia del coronavirus, por inundaciones y por la falta de atención por parte de las autoridades.
Además de que su participación es considerada como esencial, los diputados de Quintana Roo violan el decreto presidencial y faltan a sus compromisos legislativos, sociales y políticos para sumarse en las estrategias para contener a la mortal enfermedad y realizar los preparativos para la reactivación económica del estado.

Los diputados de Quintana Roo nunca actuaron, ni actuarán ni en favor ni en contra. Solamente son unos entes. No saben tomar decisiones pertinentes. Sólo les importa su comodidad, seguir sintiéndose en pandemia y que nadie los moleste.

En resumen, los 25 diputados de los diversos partidos deben de explicar a los ciudadanos, a las autoridades y al mismo Congreso del Estado cuántas plazas tienen para su “gente”, así como explicar y/o transparentar que obligaciones o tareas son las que realizan cada uno de sus colaboradores y justificar los sueldos que perciben.

Fuente: Sol Quintana Roo

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