Columna Paradigmas

Las contienda interna en el Movimiento de Regeneración Nacional ( MORENA ) ha dejado heridas que serán difíciles de cicatrizar si es que cicatrizan.

Las llagas en el cuerpo morenista se registran de sur a norte , en particular en los estados de Quintana Roo y Guerrero.

Aquí en Cancún, la senadora Marybel Villegas Canché no solo no  aceptó el triunfo de Mara Lezama a la candidatura por la presidencia municipal de Benito Juárez, sino que impugnó el proceso de selección y acusó al Partido Verde Ecologista de México de ostentar el control político en la citada selección que se realizó supuestamente por encuestas, mismas que se volvieron todo un misterio porque nadie las conoce, aunque a decir de Oscar Cantón, delegado del  Morena en  la tercera circunscripción federal, fue claro al decir que dichas encuestas fueron mostradas tanto a Mara Lezama como a Marybel Villegas e incluso esta última habría felicitado a Mara ante su inobjetable triunfo.

Lo cierto es que las heridas están al rojo vivo en la entidad , tanto,  que el Secretario General del Morena, Jorge Parra Moguel a través de redes sociales ha señalado que su partido debería agradecer a tanta gente que participó por una candidatura y pedir a la vez disculpas por no haber realizado encuesta alguna.

Ya incluso se especula que Marybel Villegas buscaría otro partido para aspirar a la gubernatura , ya que el triunfo de Mara , no solamente fue para buscar la reelección en Benito Juárez, sino también la pone en la antesala de la candidatura para convertirse en la primera mujer que gobierne Quintana Roo.

Mientras tanto el líder nacional del Morena , Mario Delgado , mencionó hace unas horas en Acapulco “no se vale impugnar en Morena, es patear la puerta” por supuesto que lo hizo en referencia al ex senador Luis Walton Aburto por excluirlo de la segunda encuesta del partido para la selección de candidato a la gubernatura de Guerrero , en donde está de más hablar sobre el inconcebible espaldarazo que tiene Felix Salgado Macedonio a pesar de las denuncias en contra de él por violación y las presiones tanto al interior del partido como de la misma sociedad.

La frase de Mario Delgado ( no se vale impugnar en Morena , es patear la puerta ) sin duda tiene eco en Quintana Roo.

Ahí están las llagas que quedaron en el cuerpo del Morena , ahora resta saber si existe el liderazgo para reconstruir la piel morenista o ser simple y sencillamente el principio del fin de un partido que como lo fue el PRD en su momento , cuando estaba en lo más alto , sus conflictos internos los hundieron, se aplicaron el harakiri.