Tulum, Quintana Roo 28 de abril 2021.-Los orígenes mayas del presidente municipal de Tulum, Víctor Mas Tah, fueron corrompidos por la codicia y la avaricia sin importarle que los suyos, los nativos y los ciudadanos con los que se comprometió al progreso y bienestar, se quedan en el abandono.

Una muestra fehaciente es el desembolso millonario para la obra de drenaje sanitario en la colonia Xulka, cuyo contrato HAT/DGOYSPM/COPLP/006/FISMDF/2020 nunca ha comenzado.

Según el documento, la obra fue entregada a la empresa Grupo Constructor y Desarrolladora Integral S.A. de C.V. propiedad de Alfonso de Jesús Gamboa Pérez, Leydi Jesús Cervera Zubieta y Luis Hernán Peraza Cadavieco, quien recibió la cantidad de 8 millones 750 mil 737.30

Los trabajos no han comenzado pero ya fueron pagados. Sin embargo, se han convertido en parte de su discurso de promoción en su búsqueda de reelección a la presidencia municipal de Tulum por la coalición entre el PAN y el PRD.

El dinero proviene del Fondo de Aportaciones para la infraestructura social municipal y de las demarcaciones territoriales del Distrito Federal, autorizados por la Dirección General de Planeación con número de validación MT-DGP-SF-R33-FISM-DF-TULUM-002 de fecha 24 de marzo de 2020 para el ejercicio fiscal 2020, lo que significa que el dinero ya fue entregado a la comuna.

El mismo documento obliga a la empresa Grupo Constructor y Desarrolladora Integral S.A. de C.V. a realizar los trabajos en 90 días naturales. Por lo que se obliga a iniciar la obra el 9 de junio de 2020 y concluirla el 6 de septiembre de 2020. Sin embargo, en pleno mes de abril ya incluso en campañas electorales , no había comenzado los trabajos ni había hecho mediciones.

De hecho, el proceso de licitación fue una total farsa. Pues si en apariencia la obra le fue adjudicada a la empresa, con sede en el municipio de Benito Juárez por la vía del concurso de licitación pública, el alcalde actualmente con licencia y el oficial Mayor Francisco Javier Xiu Manzanero, así como el director general de Obras y Servicios Públicos Municipales, Abimael Reyes Medel– simularon el procedimiento para quedarse con el recurso y repartirlo a su antojo.

La Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados son las mismas del estado de Quintana Roo. Señala que los contratos se deben adjudicar prioritariamente, por licitación pública y con la participación de otras empresas.

“Los contratos de obras públicas y los de servicios relacionados con las mismas se adjudicarán, por regla general, a través de licitaciones públicas, mediante convocatoria pública, para que libremente se presenten proposiciones solventes en sobre cerrado, que será abierto públicamente…”, señala la legislación en su artículo 23.

Incluso, la fundamentación de la entrega de los contratos se basa en el artículo 27 de la citada ley, justo en el apartado que habla de las licitaciones públicas.

Pese a las leyes y reglamentos, se registraron diversas anomalías en el proceso de licitación, pues en principio participaron tres empresas en el desahogo de requisitos. No cumplieron con los más básicos como currículum y presupuestos altos, entre otros, además de que la invitación al concurso se publicó apenas unas horas antes del cierre del proceso.

Es por ello que la empresa ganadora lo sabía desde que llegó. Aunque no tuviera experiencia en drenaje profundo, pues en su acta constitutiva tiene por objeto social la construcción, administración, comercialización de toda clase de bienes raíces; además es especialista en adquirir, enajenar, rentar, fraccionar y lotificar toda clase de terrenos urbanos y suburbanos: industriales, habitacionales, comerciales y agropecuarios; pero no en drenaje profundo.

También tiene entre su quehacer construir, edificar, demoler, ejecutar, instalar, reparar y adaptar toda clase de obras y de construcciones habitacionales, comerciales y agropecuarias; y fraccionar, edificar, urbanizar sobre predios y lotes que sean legalmente susceptibles de promoción de compra venta directa o indirecta, así como la comercialización de las construcciones.

Aunado a ello puede contratar toda clase de mantenimiento y conservación de bienes urbanos y suburbanos, industriales, comerciales, habitacionales, agropecuarios y de cualquier otra índole; y proyectar o ejecutar toda clase de obras de urbanización, saneamiento, tales como calles, pavimentos, banquetas, jardines y equipamiento urbano, entre otros. Pero nada en relación con el drenaje profundo que se ha requerido.

Sin embargo a mediados de noviembre de 2020 y sin haber comenzado la obra, el alcalde que avergüenza a los grupos mayas mandó a la colonia Xulka la Caravana de Servicios Municipales, bajo el supuesto de prestar atención a los vecinos. Llamó la atención que el grupo encabezara la tesorería municipal para exigir el pago del impuesto predial con el descuento del 25 por ciento.

Lo más lamentable es que en Xulka la inseguridad mantiene atrincherados a los atemorizados pobladores. En este año que concluye, se han registrados actos violentos lamentables, como asesinato del dueño de la refaccionaria de la colonia.

Según los reportes, a principios de año el hoy occiso, de quien se desconocen sus generales, se encontraba en la puerta de su establecimiento en la manzana 1 lote 7, a la vuelta de la primaria Tulum, cuando fue atacado con un cuchillo al menos en dos ocasiones por un sujeto desconocido. Este logró darse a la fuga, dejando ensangrentada a su víctima.

Al sitio acudieron paramédicos, quienes confirmaron su muerte. Por lo que agentes del SEMEFO levantaron el cuerpo mientras que policías implementaron un operativo de búsqueda del homicida, pero sin resultados.

La inseguridad que impera en la colonia Xulka es uno de los motivos que han acelerado tanto las obras de alumbrado público como de drenaje profundo. Pero el codicioso alcalde maya Víctor Mas Tah, prefiere llevarse el dinero que darle seguridad a los vecinos y a sus paisanos.

Fuente: Sol de Quintana Roo