La “política del agandalle” aplicada por la dirigente estatal del partido Movimiento Ciudadano (MC)  Lidia Rojas Fabro, generaría una lluvia de impugnaciones al interior del partido naranja.

Son latentes impugnaciones al Proceso Interno de Selección de Candidatos a Diputaciones de Mayoría Relativa y Representación Proporcional de MC

Las unilateralidades para favorecer al grupo que integra la Coordinación Estatal le motivan.

Actualmente desde la Coordinación Ejecutiva Nacional (CEN) se trata de conciliar con los inconformes.

El 20 de octubre del año pasado tras anunciar su designación como coordinadora estatal de MC, Lidia Rojas Fabro, anunció que este organismo político contendería sin alianza en el Proceso Electoral Local 2021-2022.

Porque a indicaciones de militantes como Dante Delgado Rannauro, Samuel García y Luis Donaldo Colosio Riojas, coaligarse con otros organismos políticos sería un retroceso por sus antecedentes, y MC se contrapone a ellos.

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Recientemente se difundió el acuerdo de la Comisión de Convenciones y Procesos Internos a través del cual se estableció que la primera posición de precandidaturas para Diputaciones de Representación Proporcional corresponde a Carlos Cardín Pérez y la segunda a Lidia Rojas Fabro, quienes son suegro y nuera, respectivamente.

Y es que el novio de la coordinadora Estatal, Moisés Cardín Silva, pretendía contender en el Proceso Interno por la precandidatura al Distrito 15.

En el Distrito 8 la precandidata es María del Carmen Joaquín González, prima del actual gobernador del Estado.

Varios aspirantes a precandidaturas consideran haber sido desplazados de manera unilateral.

Por ahora se reservan identidades pues se está en la fase de concertación, pero ya existen algunos que prepararon recursos de impugnación para interponer ante la citada comisión y órganos jurisdiccionales correspondientes.