Conectar a la Ciudad de México con los estados de Querétaro y Guanajuato a través de un ferrocarril de pasajeros parece estar a punto de concretarse con la empresa TMSourcing, quien está interesada en construir este proyecto y está a punto de presentar su propuesta a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), así emular a lo que se genera con el Tren Maya en el sureste del país.

De acuerdo con TMSourcing, una empresa de servicios financieros, legales y de consultoría financiera, el proyecto requeriría de una inversión de aproximadamente 80 millones de pesos este año para realizar estudios preliminares.

La apuesta de la compañía es que el desarrollo de este tren pueda detonar una inversión de hasta 50 mil millones de pesos en los próximos 5 años para los elementos ferroviarios. 

Dentro de los planes de ruta del Tren del Bajío se contemplan 12 estaciones entre la Ciudad de México y Guanajuato y habría conexiones con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el Tren Suburbano de Buenavista, operado por CAF.

El Tren del Bajío tendría un trazo de alrededor de 416 kilómetros de vías y se prevé que alrededor de 40 mil pasajeros utilicen este ferrocarril, lo que abriría la posibilidad de que 30 millones de mexicanos se conectaran en las cinco regiones metropolitanas del centro del país. 

El año pasado, TMSourcing lanzó Ameriko Railways Infrastructure & Real Estate, un vehículo de inversión privado que está enfocado al sector ferroviario e inmobiliario en el país.

Tren del Bajío Aunque no se trata del proyecto original, por el trazo hasta Guanajuato, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha tratado desde 2020 de revivir el plan del tren México-Querétaro, un proyecto que fue cancelado por el expresidente Enrique Peña Nieto que causó polémica con China, por constituirse un aparente conflicto de interés.

El proyecto aparece en el número 21 dentro del paquete de infraestructura anunciado por el gobierno y el sector privado con un monto de 51 mil 300 millones de pesos (casi 2,400 millones de dólares) y aunque estaba previsto el inicio de su construcción hacia junio del año pasado, no ha habido mayor información sobre su construcción.

La obra ha despertado controversia desde noviembre de 2014, cuando la administración de Peña Nieto revocó la licitación otorgada al consorcio China Railway Construction Company (CRCC) para construir el tren.

La revocación se anunció un día antes de una investigación periodística que reveló que la entonces esposa de Peña Nieto, Angélica Rivera, había comprado una lujosa mansión al Grupo Higa, un contratista del Gobierno con participación en la firma Teya, socia local de CRCC.

Fuente: Forbes

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