Con el tiempo pisando “los talones militares” y la presión del presidente, Andrés Manuel López Obrador, encima, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) construye los seis hoteles cercanos a zonas arqueológicas en Campeche, Chiapas, Quintana Roo y Yucatán, ligados al megaproyecto Tren Maya, que deben entregarse el próximo 30 de noviembre, de acuerdo con la institución.
El monto total de la inversión para estos centros de hospedaje alcanza los 5 mil 906 millones 861 mil 435 pesos, de acuerdo con información solicitada vía transparencia al Ejército mexicano, encargado de las obras a través de su Dirección General de Ingenieros.
Estos casi 6 mil millones de pesos equivalen, por ejemplo, al costo del Puente Vehicular Nichupté, que se construye sobre el Sistema Lagunar más importante de Cancún, para conectar a su zona hotelera con la ciudad, con un costo original poco mayor a los 5 mil millones de pesos, que incrementó a más de 7 mil millones para cubrir medidas de mitigación ambiental, según la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT)
Y ¿cómo serán los hoteles?
De los 6 centros de hospedaje, el “Hotel Tulum”, en Quintana Roo, es el que contará con el mayor número de habitaciones, sumando 352 cuartos, poco más del doble que poseen los otros alojamientos.
Se construye en un terreno de 13.5 hectáreas, a 3 kilómetros de la icónica zona arqueológica de ese municipio y está integrado al Parque Jaguar, conforme al proyecto ejecutivo. A finales de mayo registraba apenas un .01 por ciento de avance.
La Sedena gastará en la obra 964 millones 105 mil 038 pesos para la edificación de un módulo con dos edificios de uno y dos niveles, con 64 habitaciones tipo suite; y de otro módulo con seis edificios de tres niveles para 288 cuartos tipo master room.
Contará con gimnasio, bar, albercas, gerencia, restaurante, cafetería, núcleo de baños, acceso vehicular, un edificio para enfermería, lavandería, ropería, talleres de mantenimiento, oficina, cuarto de basura, centro de máquinas y un estacionamiento con capacidad de 450 vehículos.
El más caro de los 6 hoteles se llama “Nuevo Uxmal”, cuyo avance supera el 43.7 por ciento en un predio de 6.25 hectáreas en Santa Elena, Yucatán. Su costo asciende a los mil 307 millones 454 mil 062 pesos y contará con tres niveles y 64 habitaciones tipo master room, con recepción, gimnasio, bar, gerencia y restaurante y albercas.
Incluye dos edificios más, con 96 cuartos, también en tres niveles y uno de servicios, con almacén, enfermería, lavandería, talleres de mantenimiento, oficina, cuarto de basura, ropería y baños para el personal. Además contará con un estacionamiento para 212 vehículos.
Por costo de inversión le sigue el hotel Edzna, en Campeche, con una inversión programada de mil 040 millones 751 mil 270 pesos, y el mismo número y distribución de cuartos.
De acuerdo con el proyecto arquitectónico se contemplan 160 habitaciones en un terreno de 12.5 hectáreas, en donde se construirán una torre de tres niveles, con 64 habitaciones y dos torres más con la misma altura y 96 cuartos; estacionamiento para 424 vehículos, albercas, edificio de servicios, núcleo de sanitarios, recepción, gimnasio, bar, restaurante y cafetería.
El hotel Palenque, en Chiapas, se construirá en un terreno de 6.25 hectáreas, a una distancia de 1.6 kilómetros de la zona arqueológica. Su costo está calculado en 966 millones 105 mil 101 pesos.
A diferencia de los otros dos hoteles, este tendrá cuatro edificios de 3 niveles, con igual número de cuartos: 160, de los cuales 64 estarán en los primeros dos edificios y 96 habitaciones, en el otro par. Su estacionamiento tendrá capacidad para 212 vehículos.
Las contradicciones
El “Hotel Chichén Itzá”, en Yucatán, inició su construcción el pasado 11 de enero, con un costo de 962 millones 566 mil 528 pesos, y en un predio de 6.5 hectáreas localizado a 500 metros de la entrada de la zona arqueológica, conforme a la información entregada por la Sedena.
Sin embargo, en una de las “Mañaneras” del presidente Andrés Manuel López Obrador, en abril de este año, se indicó que estaba a una distancia de 2 kilómetros de la zona arqueológica de Chichén, fuera de la zona protegida de monumentos arqueológicos; a seis minutos en vehículo de la estación del Tren Maya y a 800 metros del Centro de Atención a Visitantes (CATVI)
Al margen de esa información contradictoria –que no es menor– el hotel constará de una torre de tres niveles y en otra, un par de edificios con la misma altura. Al igual que los otros centros de hospedaje, este sumará 160 habitaciones.
Un hotel sin alberca
Finalmente está el “Hotel Calakmul” en Campeche, el más polémico de los seis, pues se ha dicho que se construye dentro de la zona núcleo del Área Natural Protegida (ANP) Reserva de la Biósfera de Calakmul, en donde legalmente está prohibida cualquier tipo de edificación turística.
La información entregada por Sedena refiere que este centro de hospedaje se edifica en un área de 2.96 hectáreas, ubicada a 10 kilómetros de la zona arqueológica de Calakmul, donde “se encontraba el antiguo campamento chiclero”.
Lo anterior permite sembrar el edificio “sin afectar la flora y fauna del lugar”, a decir de la institución militar, que no esclareció si el hotel está desplantado en la zona núcleo de la ANP.
El costo de la obra asciende a los 665 millones 879 mil 436 pesos y consiste en un edificio principal, con recepción y restaurante y dos torres de dos niveles; una, con 48 habitaciones tipo King y matrimonial; y otra, con 24 habitaciones y servicios. Además tendrá un estacionamiento para 135 vehículos.
Como acotación, el Ejército mencionó que “no se considerarán albercas para el hotel, a fin de no afectar el ambiente natural, coadyuvando con el desarrollo de la flora y la fauna de la región”.
El tema real es que Campeche atraviesa por un serio problema hídrico, ya que se cuenta con dificultades para acceder al agua. Hoteleros locales refieren que en muchos casos deben comprar pipas de agua para surtir sus albercas.
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