El Panteón Municipal de la avenida José López Portillo, Supermanzana 91, se mantiene “semimuerto” desde las primeras horas de este jueves 02 de noviembre.

Con relación al tamaño del camposanto, se puede decir que son muy pocas las familias que se observan entre los reducidos pasillos; colocan arreglos florales y veladoras; pintan, lavan y dan una “manita de gato” a sus descoloridas tumbas.

Comerciantes y vigilantes señalaron que este es el ambiente de siempre en este lugar durante las celebraciones del Día de Muertos, y lo atribuyen a que es el cementerio más antiguo de Cancún, por lo que la gran mayoría de los restos humanos que aquí reposan ya fueron abandonados por personas que emigraron a otras ciudades y estados o que también perdieron la vida con el paso del tiempo.

Doña Magaly es de las personas que aún visita a su padre, quien falleció en Alfredo V. Bonfil hace 20 años, pero no lo sepultó en esa comunidad por no tener un panteón propio en aquel entonces.

“Vengo a verlo cada vez que puedo, platico con él, hago oraciones, y en Día de Muertos no podemos faltar mi marido y yo, por supuesto”, explicó la mujer mientras colocaba un adorno floral especial a la capilla.

Por obvias razones, las criptas y tumbas se encuentran saqueadas, rotas y en pésimo estado en su mayoría, por lo que los pocos visitantes consideran que esos espacios en el olvido podrían ser nuevamente ocupados por otras personas y vendría a dar nueva vida al cementerio más antiguo y abandonado de Benito Juárez.

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