En comunidades rurales del sur de Quintana Roo han surgido grupos de autodefensas y se han decretado toques de queda en un intento por frenar las actividades de del crimen organizado.

Es así que habitantes de Otilio Montaño, Nuevo Canaán y Miguel Alemán en el municipio de Bacalar han comenzado a realizar recorridos de seguridad y a instalar puestos de vigilancia dentro de sus comunidades, ante el incremento de levantones y ejecuciones.

Los pobladores, han decidido levantarse en contra de la delincuencia que azota la región, desatada principalmente por una pelea entre los cárteles de Caborca y de Sinaloa, los cuales buscan quedarse con “la plaza”.

Por ello se han organizado para montar jornadas de vigilancia y establecer retenes improvisados en las entradas y salidas de los pueblos, con la finalidad de reducir la presencia de los grupos armados.

Aseguraron que las autoridades se han convertido en espectadoras de la violencia en la zona, lo que ha generado que hasta ahora sean 15 las personas privadas de su libertad, de las cuales sólo tres han sido localizadas, dos de ellas sin vida.

En tanto que en la Zona Limítrofe de Quintana Roo con Campeche la presencia y disputa entre grupos delictivos ha ocasionado que se establezca “toque de queda” y cambio en la rutina y  las actividades de sus habitantes.

Las comunidades donde ya hay toque de queda son Zamora y El Gallito pero se espera que se unan más poblaciones en los siguientes días.

Desde hace dos semanas han ocurrido privaciones de la libertad y muertes violentas, enfrentamientos entre células delictivas por el control de las actividades ilícitas.

El temor ha generado cambio en las actividades de la población.

En algunos pueblos se acordó mediante Asamblea la aplicación de “toque de queda” a partir de las 21:00 horas.

Las clases en la Primaria y Secundaria están suspendidas hasta el próximo lunes.

En el caso de la comunidad de Zamora, las celebraciones alusivas al aniversario de la fundación de la comunidad quedaron suspendidas.

Se han visto retenes en puntos estratégicos de la zona, instalados por gente ajena y que tampoco pertenecen a las fuerzas armadas.

Por temor nadie sale de las comunidades, salvo sea por razón de salud o de urgencia.

Un dato importante es que esa zona es clave para el trasiego de droga en grandes cantidades, según trabajos de Inteligencia realizados por el Ejército Mexicano.

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