¿Deberías ver “El Candidato Honesto” protagonizada por Adrian Uribe? Descúbrelo en nuestra reseña.

¿De qué trata El Candidato Honesto?

Tona alguna vez fue un líder con ideales, pero con el tiempo se convirtió en un político corrupto. Ahora que es candidato a la presidencia y está a un paso de ganar las elecciones, sufre el hechizo de su abuela que le impide hacer nada deshonesto. ¿Cómo podrá ganar las elecciones si no puede decir mentiras? ¿Cuál será su futuro como político si está obligado a decir siempre la verdad?

Clasificación:B
Duración:96 minutos
Actores:Adrián Uribe, Mariana Seoane, Daniel Tovar, Paola Ramones
Director:Pipe Ybarra

Opinión El Candidato Honesto

“El Candidato Honesto”, es una comedia que, a través del humor, desnuda la realidad de la política en México, un entorno frecuentemente marcado por la corrupción y la mentira. La película nos presenta a Tona (Adrián Uribe), un candidato presidencial que ha dejado atrás sus ideales para perseguir el poder y la fama a cualquier costo.

Bajo la dirección de Pipe Ybarra, esta cinta se convierte en una sátira política que refleja la triste realidad de un sistema donde muchos políticos, cegados por el poder, pierden su integridad y se transforman en personas sin escrúpulos. Ybarra utiliza la comedia para hacer una crítica incisiva a la clase política, exponiendo cómo la deshonestidad se ha convertido en una norma en lugar de una excepción.

Adrián Uribe interpreta a Tona con una mezcla de carisma y cinismo que logra hacer reír al público, pero también lo invita a reflexionar sobre las consecuencias de la deshonestidad en la vida pública. Su personaje, atrapado en un hechizo que lo obliga a decir siempre la verdad, se convierte en un espejo de la contradicción inherente a la política: la imposibilidad de triunfar sin recurrir a la mentira.

Sin duda, “El Candidato Honesto”es una película que, más allá de su tono cómico, nos impulsa a cuestionar la autenticidad de aquellos políticos que, en pantalla, se muestran cercanos, prometen cambios y ofrecen ayuda, cuando en realidad todo es una actuación cuidadosamente calculada para su propio beneficio.