El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Educación Pública (SEP), implementará nuevas medidas para prohibir la venta de comida chatarra. Esta iniciativa fue anunciada por Mario Delgado, actual titular de la SEP, quien destacó la necesidad urgente de combatir la obesidad infantil.
¿Ya no habrá comida chatarra en las escuelas de México?
Durante una rueda de prensa en el Aeropuerto Internacional de Villahermosa, Tabasco, donde Delgado acompañó a la presidenta Claudia Sheinbaum en una gira de trabajo, el funcionario expresó que la medida afectará a algunos sectores de la industria alimentaria, especialmente a aquellos que producen “comida chatarra”. Según Delgado, estas empresas han saturado de publicidad a los niños mexicanos, contribuyendo a que México sea uno de los países con mayores índices de obesidad infantil a nivel mundial.
La obesidad y el sobrepeso han sido reconocidos como emergencias epidemiológicas debido a su rápida expansión y las graves consecuencias que generan tanto en la salud como en la economía del país. De acuerdo con datos de la organización El Poder del Consumidor, la obesidad infantil en México ha aumentado un 120% en los últimos 30 años, y se proyecta que para 2030 al menos 7 millones de niños y jóvenes sufrirán exceso de peso, con un 50% en riesgo de desarrollar diabetes a lo largo de su vida.
Delgado aseguró que la SEP cuenta con los instrumentos legales necesarios, establecidos en la Ley General de Educación, para regular el acceso a estos productos dentro de las escuelas. Además, el próximo lunes se anunciarán más detalles del programa y cómo se implementarán estas medidas, durante la conferencia diaria de la presidenta Sheinbaum.
El funcionario también subrayó que el objetivo principal de esta iniciativa es cambiar la cultura nutricional tanto de las familias como de lo que se ofrece a los estudiantes dentro de los centros educativos. Según lo estipulado en el Diario Oficial de la Federación el pasado 30 de septiembre, los alimentos y bebidas permitidos en las escuelas deberán priorizar ingredientes naturales y mínimamente procesados, mientras que aquellos productos con sellos de advertencia estarán prohibidos.
Este cambio ha sido apoyado por diversas organizaciones civiles, que desde junio han exigido que se aplique la ley para prohibir el consumo de alimentos no saludables en las escuelas, como una medida clave para evitar que se sumen cientos de miles de nuevos casos de obesidad infantil cada año.
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