Old Trafford volvió a vivir una noche mágica de copas europeas. El Manchester United se impuso con autoridad por 4-1 al Athletic Club de Bilbao en el partido de vuelta de las semifinales de la UEFA Europa League, sentenciando la serie con un marcador global de 7-1 y asegurando su presencia en la gran final, donde enfrentará al Tottenham Hotspur en un duelo inglés que definirá al campeón el 21 de mayo en San Mamés, Bilbao.

Después del 3-0 en la ida, los “Red Devils” salieron con mesura, mientras que el conjunto vasco intentó sorprender y revertir la historia. Sin embargo, la calidad y profundidad del plantel inglés terminaron imponiéndose en una segunda parte demoledora.

Esperanza vasca y paciencia inglesa 

El Athletic sorprendió al público inglés al adelantarse en el marcador a los 31 minutos, gracias a un golazo de Mikel Jauregizar, quien soltó un derechazo desde fuera del área que venció a André Onana. El tanto puso emoción al partido y llenó de ilusión a los rojiblancos, que sabían que necesitaban una remontada épica.

El United mantuvo la calma, sin desesperarse, rotando el balón y buscando los espacios. Aunque no generó muchas ocasiones claras en la primera mitad, fue dueño del balón y limitó las opciones del Athletic, que dependía de transiciones rápidas y balones largos.

La maquinaria de Old Trafford pasó por encima

En la segunda mitad, el United subió el ritmo y mostró todo su poder ofensivo. La entrada de Kobbie Mainoo y Amad Diallo dinamizó el mediocampo, mientras Bruno Fernandes tomó el control del partido.

El empate llegó al 72’, cuando Mason Mount finalizó una jugada colectiva con un remate certero al segundo palo. A partir de ahí, todo fue del United. Casemiro, con un cabezazo letal al 79’ tras un centro medido de Fernandes, puso el 2-1. El Athletic se descompuso defensivamente, y Rasmus Højlund aprovechó un error en la salida para el 3-1 al 85’.

El golpe final lo dio nuevamente Mount, que firmó su doblete con un golazo desde la media luna al minuto 90+2’, desatando la euforia en Old Trafford y asegurando su lugar en una nueva final europea.

Claves del partido

El Manchester United mostró temple para no desesperarse tras el gol en contra y paciencia para construir su victoria paso a paso.

La actuación de Mason Mount, autor de dos goles, fue determinante, al igual que la influencia de Bruno Fernandes como asistente y eje ofensivo. El equipo de Rúben Amorim supo aprovechar sus variantes tácticas y la profundidad del plantel.

El Athletic, por su parte, dio batalla en la primera parte, pero se desmoronó física y mentalmente en la segunda mitad. El marcador global de 7-1 refleja la diferencia de planteles y de oficio en este tipo de instancias.

Duelo inglés en San Mamés

El Manchester United enfrentará al Tottenham Hotspur en la final de la Europa League el próximo 21 de mayo en San Mamés, un escenario especial para los vascos, pero que ahora albergará una definición entre dos potencias inglesas. Será una final inédita y cargada de emoción entre dos equipos históricos de la Premier League, con cuentas pendientes en Europa.

Manchester United vuelve a una final y quiere hacer historia

Con esta contundente victoria, el Manchester United regresa a una final continental con sed de gloria. Su última consagración europea fue en la Europa League 2017, y ahora buscará un nuevo título que podría marcar el inicio de una era ganadora bajo la dirección de Rúben Amorim. La afición en Old Trafford ya sueña con levantar otro trofeo internacional. El desafío está claro: vencer a un Tottenham que también quiere hacer historia.

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