El observador electoral que denunció fraude en elecciones de Putin fue condenado en Rusia por “colaborar con organización indeseable”.

¿Por qué Rusia encarceló a un observador electoral que acusó de fraude a Putin?

 Un tribunal ruso acaba de condenar a Grigori Melkoniants, una de las pocas voces independientes que quedaban para vigilar las elecciones en el país. ¿La razón? Según el gobierno, por colaborar con una organización considerada “indeseable”. Sin embargo, muchos lo ven como una represalia directa por haber denunciado irregularidades en procesos electorales pasados, incluyendo las presidenciales donde Vladimir Putin fue reelegido con un aplastante 88% de los votos.

Melkoniants, de 44 años, es copresidente del movimiento Golos, conocido por denunciar fraudes en los comicios rusos desde 2011. Fue arrestado en agosto de 2023 y ahora cumplirá cinco años en una colonia penal. En el juicio, se declaró inocente y pidió a sus seguidores no rendirse.

¿Por qué es tan grave este caso?

El caso de Grigori Melkoniants, más allá de lo individual, revela el nivel de presión que sufren los activistas y periodistas en Rusia. Golos, la organización que lidera, ha sido clave para exponer irregularidades electorales desde hace más de una década. Aunque fue etiquetada como “agente extranjero” y su vínculo con una red europea de observadores fue prohibido, Golos sigue operando en el país.

La comunidad internacional ha expresado preocupación por este juicio. Para muchos, es una muestra más de cómo el Kremlin intenta silenciar cualquier intento de fiscalización o crítica. Según el grupo OVD-Info, más de 1,600 personas están presas en Rusia por motivos políticos.

El mensaje del movimiento Golos es claro: la verdadera democracia no debería verse como una amenaza. Y aunque los obstáculos sean muchos, no planean abandonar la lucha.

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