¿Deberías ver Eternidad protagonizada por Miles Teller, Elizabeth Olsen, y Callumn Turner? Descúbrelo en esta reseña.

¿De qué trata Eternidad?

En el más allá, las almas tienen una semana para decidir dónde pasar la eternidad. Joan debe enfrentar una elección imposible: el hombre con quien compartió su vida… o su primer amor, que murió joven y la ha esperado durante décadas.

Clasificación: B
Duración: 114 minutos
Actores:Miles Teller, Elizabeth Olsen, Callumn Turner, Da’Vine Joy Randolph
Director: David Freyne

Opinión de Eternidad

Eternidad plantea un dilema tan devastador como íntimo: ¿qué harías si tuvieras que elegir con quién pasar la eternidad: tu primer amor o tu compañero de toda la vida? Esa es la encrucijada que enfrenta Joan, interpretada con gran sensibilidad por Elizabeth Olsen, en esta conmovedora cinta dirigida por David Freyne.

La película nos presenta a Larry(Miles Teller), el esposo con quien Joan compartió más de 60 años de matrimonio, cuya muerte llega de la manera más absurda; tras comer un pretzel. Poco después, Joan también fallece y viaja al más allá, donde descubre que su apariencia vuelve a la época en la que fue más feliz. Allí, cada alma tiene una semana para elegir el tipo de eternidad que vivirá… y con quién la compartirá. Pero una vez tomada la decisión, no hay marcha atrás.

Las cosas se complican cuando reaparece Luke(Callumn Turner), su primer esposo, quien murió joven durante la guerra y ha estado esperándola pacientemente durante 67 años. Este reencuentro reabre heridas, recuerdos y preguntas que Joan creía resueltas. Lo que parecía un triángulo amoroso se convierte en un dilema existencial: Joan debe elegir entre el amor que perdió y el amor que la acompañó toda una vida.

Freyne equilibra comedia, drama y romance con una historia profundamente humana que invita a reflexionar sobre la memoria, las segundas oportunidades y el peso del tiempo. El elenco conformado por Miles Teller, Elizabeth Olsen y Callum Turner entrega actuaciones sólidas y emotivas, haciendo que, sorprendentemente, el espectador empatice con los tres. Cada uno tiene razones poderosas, sueños distintos y un anhelo genuino de compartir la eternidad con Joan.

La película también explora un concepto fascinante: cuando morimos, regresamos a la versión de nosotros que fue más feliz. Esto añade capas al conflicto, pues Joan se encuentra dividida entre aquel por quien lloró y quien la ayudó a superar ese duelo; entre el recuerdo idealizado de un amor juvenil y la realidad imperfecta pero profunda de un matrimonio duradero; entre quien la conoció en su mejor momento y quien la acompañó en el peor.

Eternidad deja planteadas preguntas universales:

¿Puede una persona tener más de un gran amor en la vida?
¿Qué pesa más la pasión que nos marcó o la compañía que nos sostuvo durante décadas?
¿Y qué valoramos más al final el amor que imaginamos o el que construimos?

Al final, la película no solo habla del más allá, sino del paso del tiempo, de los recuerdos que elegimos atesorar, de lo que hicimos… y también de lo que dejamos pendiente. Es una historia emotiva, honesta y llena de humanidad que seguramente tocará fibras sensibles y arrancará más de una lágrima.