REMEMBRANZAS

Por Santos Gabriel Us Ake

Debido a la propuesta de prohibir la condonación de los impuestos y retirar otros privilegios, la oligarquía lanzó hace más de 12 años la campaña sucia contra el entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador de que era “un peligro para México” y le funcionó en su momento porque finalmente perdió las elecciones (o le robaron la elección como sostienen algunos), sin embargo en los siguientes comicios quedó sin efecto esa falsa advertencia.

Ahora ya es ley, el pasado martes 25 de febrero la Cámara de Diputados de mayoría morenista (partido Movimiento Regeneración Nacional) aprobó la reforma constitucional para prohibir las condonaciones de los impuestos. En el pasado el presidente en turno utilizaba esta facultad para eliminar las obligaciones fiscales a las grandes empresas como una de las numerosas formas de saqueo de la tesorería nacional.

El Artículo 28 de la Constitución fue aprobado en los siguientes términos: “En los Estados Unidos Mexicanos quedan prohibidos los monopolios, las prácticas monopólicas, los estancos, las condonaciones de impuestos y las exenciones de impuestos en los términos y condiciones que fijan las leyes, así como las prohibiciones a título de protección de la industria”.

Ahora los “perdones fiscales” solamente podrán ser aplicados en casos extraordinarios, como por ejemplo cuando exista una necesidad pública para proteger la economía de una determinada región del país. Podría ser en el caso de la producción o distribución de un determinado artículo de consumo básico, una catástrofe natural, afectación por plagas, epidemias o contingencias sanitarias.

Las condonaciones fiscales fueron creadas en la época de hegemonía del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y las conservó el Partido Acción Nacional (PAN) durante sus 12 años de gobierno a pesar de la promesa de cambio. Este artículo constitucional durante muchos años formó parte del sistema de corrupción presidencial para favorecer a las grandes empresas que apoyaban al candidato oficial, y su desaparición da paso a la construcción de la democracia para tener gobiernos verdaderamente legítimos.

Ciertamente la condonación de impuestos a la oligarquía tenía sustento constitucional, no era ilegal ni tenía la tipificación jurídica de corrupción, pero ahora con la reforma el presidente en turno ya no podrá perdonar las deudas fiscales de manera discrecional, a su arbitrio o contentillo como era antes. Por eso cuando el entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador propuso acabar con este o otros privilegios del que gozaban los “machuchones”, “de la maleantada” y de la “mafia del poder”, como él mismo lo denominó, fue atacado con los spots de ser “un peligro para México”.

Y de acuerdo a las cifras del Servicio de Administración Tributaria (SAT), tan solo en los últimos sexenios de Felipe Calderón Hinojosa del PAN y de Enrique Peña Nieto del PRI condonaron impuestos por un monto de 400 mil 902 millones de pesos a 153 mil 530 contribuyentes, obviamente a los oligarcas país como premio por haber apoyado la campaña presidencial de dichos partidos.

El autor de la campaña sucia de “un peligro para México, financiado por los oligarcas, fue el consultor de origen español Antonio José Solá Reche, con spots de propaganda política en radio y televisión de que habrá crisis económica, devaluación grave del peso frente al dólar americano, dictadura, intolerancia, pérdida de patrimonio, desempleo, etcétera, supuestos que en realidad ya se habían vivido en México con los anteriores gobiernos. O sea que todo lo que ellos habían hecho, dijeron que lo iba a hacer el candidato puntero en las preferencias electorales. Y ahora se les ha ocurrido paralizar al país de otra manera utilizando como escudo una noble causa, y será materia de otra remembranza.

REALIZARÁN MERCADO MAYA EN TULUM

Entrada anterior

CELEBRA MARYBEL VILLEGAS LLEGADA DE ALFONSO RAMIREZ AL FRENTE DEL MORENA Y HACEN LLAMADO POR LA UNIDAD

Entrada siguiente

Quizá te pueda interesar

Más en PARADIGMAS

Comments

Comments are closed.