Cancún, Quintana Roo a 27 agosto 2019.- Al inaugurar en la Universidad del Caribe el programas “Viernes en la Ciencia”, el Dr. Mario Humberto Ruz Sosa, reconocido antropólogo y etnólogo a nivel internacional y especialista en etnias mesoamericanas, afirmó que los pueblos mayas son los que mejor se han incorporado al cambio con tal de prevalecer, lo cual ha permitido que no sólo su cultura, sino sus lenguas sigan vivas.

Al darle la bienvenida a nombre de la Universidad del Caribe, la Dra. Ana Pricila Sosa Ferreira, Rectora de la institución, agradeció la colaboración de la Academia Mexicana de Ciencias, así como de la Fundación Oasis y las gestiones de la Secretaria de Extensión y Vinculación Universitaria, Ing. Celina Izquierdo Sánchez, para hacer una realidad el programa “Viernes en la Ciencia”, que tiene el propósito de difundir el conocimiento científico, la tecnología y las humanidades, de una manera sencilla, entre la juventud y el público en general de Cancún, a través de pláticas mensuales que impartirán distinguidos científicos en esta institución.

El investigador titular del Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM y autor o editor de cerca de 60 libros, y más de un centenar de artículos y capítulos de libro en sus áreas de especialización (historia de los mayas coloniales y etnología de los actuales), afirmó que 29 o 30 lenguas mayas están vivas y se hablan en Guatemala, Belice y en la Península de Yucatán; además de que se han censado cerca de 37 mil 200 hablantes de diversas lenguas mayas en Canadá y Estados Unidos, principalmente en San Francisco.
“Cuando hablamos de los mayas hablamos de una forma cultural específica y de una familia lingüística, algo parecido con el latín y las lenguas romances. La familia maya tiene 29 o 30 idiomas del mismo tronco y muchos dialectos, que son variaciones regionales de una lengua particular. Son un grupo de lenguas que forman el tronco maya con diferentes subfamilias”, explicó.
Con gran simpatía y sencillez, el Dr. Ruz logró conectar con el público, entre quienes se encontraban estudiantes de Ciencias Básicas e Ingenierías de la Universidad del Caribe y de los Clubes de Ciencias del Colegio de Bachilleres.

Durante la conferencia titulada “Cuerpos vegetales, espíritus animales: El concepto de persona entre los Mayas”, analizó el concepto de persona en el mundo maya con el objetivo de mostrar la forma en que se enlazaba con la naturaleza y que aún puede observarse en los pueblos mayas actuales.

El doctor Ruz precisó que, a diferencia de cómo se concibe a la persona en occidente, en forma binaria (cuerpo y alma) o trinaria (cuerpo, mente y espíritu), entre los mayas al ser humano se le considera integrado por más elementos (hasta 13 en ciertas culturas), entre los cuales destacan aspectos vegetales y animales.
Señaló, por ejemplo, las leyendas mayas señalan que el ser humano fue creado de maíz y sangre de animales, culebra o danta (tapir); mientras que los mayas tojolabales afirman que su carne es de tortillas o tamales, mientras que su sangre de pozol o atol. Para los mayas, agregó, las almas de quienes mueren en accidente quedan integradas al paisaje.
Cabe resaltar que entre los objetivos de estas conferencias, la Academia Mexicana de Ciencias coadyuva a informar a los asistentes sobre el avance científico, a provocar el interés por la ciencia y potencialmente a alentar las vocaciones científicas entre los asistentes. Además, al vincularse con amplios sectores de la población, el científico tiene la oportunidad de conocer las necesidades y así servir de manera más asertiva a la sociedad mexicana.

El Dr. Mario Humberto Ruz Sosa es Médico cirujano (UNAM, 1977), maestro en Antropología Social (UIA, 1981) y doctor en Etnología (École des Hautes Études en Sciences Sociales, París 1985). Ha publicado en español, francés, tojolab’al, italiano, ruso e inglés. Ha realizado trabajo de investigación histórica y de lingüística histórica acerca de etnias e idiomas de Mesoamérica en archivos de México, Guatemala, España, Italia, Francia, Ciudad del Vaticano y Estados Unidos. Su trabajo de campo lo ha llevado a cabo primordialmente en Chiapas, Tabasco, la Península de Yucatán y Guatemala.