GHOSTBUSTERS:AFTERLIFE ¿LA NOSTALGIA VENDE?

COLUMNA ESCAPARATE

Por Karifer Farías

Ghostbusters: Afterlife en pocas palabras es mejor que el remake de Ghostbusters 2016, y una probadita del éxito de Ghostbusters de los años 80.

La nueva película presenta a una madre soltera (Carrie Coon) y a sus dos hijos Trevor (Finn Wolfhard) quien tiene un gusto por la mecánica y Phoebe (McKenna Grace) una niña con una gran pasión por a la ciencia. Ambos descubrirán con la ayuda de Mr.Grooberson (Paul Rudd) que su abuelo les dejó un gran legado.

Ghostbusters:Afterlife

Ghostbusters:Afterlife es una secuela pero también un reboot, que deja a un lado lo urbano de las cintas originales y le da un toque mas rural y familiar. La secuela es dirigida por Jason Reitman, hijo de Ivan Reitman quien se encargó de Ghostbuster 1984 y 1989.

Jason Reitman tuvo un gran desafío: dirigir la continuación de una las franquicias más emblemáticas de los años 80. Pero a diferencia del público que tuvo su padre en sus manos el de ahora consume una gran cantidad de películas y series sobre seres sobrenaturales, monstruos etc. Lo que hace a la película ser un objetivo de comparación. Y más cuando entre su elenco cuenta con Finn Wolfhard, actor de una de las series más populares de la década Stranger Things.

Volviendo a Ghostbuster:Afterlife debo admitir que los primeros 60 minutos de la cinta son algo aburridos, es hasta la segunda parte donde la historia empieza tomar forma e interesar al público. La cinta cuenta con varias referencias de las de 1984 y 1989 e incluso con la aparición de algunos de los actores, lo que agradecerán sus fans.

Frases, símbolos, objetos y fantasmas como el Ectomovil o el Hombre de Malvavisco vuelven en Ghostbusters:Afterlife, pero eso no es lo mejor, lo que la hace llamativa es que logra después de tantos años juntar a Bill Murray, Dan Aykroyd, Ernie Hudson y poner en la pantalla grande al fallecido Harold Ramis; un gran homenaje por cierto.

Sin duda alguna está cinta deja en claro que la nostalgia vende, y es que a la audiencia le gusta consumir algo que ya conoce previamente y que le recuerda su infancia o juventud, y es lo que hace Ghostbusters:Afterlife retoma una historia que cautivo a miles de jóvenes en la década de los 80 y crea una nueva generación de Cazafantasmas.