Luego del ejercicio de encuestas abiertas que se realizó para elegir a la candidata a la Presidencia de la República, MORENA ha vuelto a su viejo esquema de selección interna, que pone “la valoración política” como el principal método, y que permite los “registros únicos”sin competencia interna.

De hecho, el partido vuelve a dejar en manos de la Comisión Nacional de Elecciones el manejo total del proceso, y deja a las encuestas en un último lugar para valorar a sus aspirantes.

Eso se desprende de las nueve convocatorias que emitió el partido para elegir la “Coordinación de defensa de la transformación” en los estados donde habrá elecciones a gobernador.

Como se sabe, se trata en realidad de elegir a sus candidatos antes de que la ley lo permita.

La mayor novedad de esas convocatorias, es que dejan de lado el complejo sistema de encuestas abiertas, con urnas y 4 encuestadoras espejo con poder de decisión, que se utilizó en la definición de la candidatura a la Presidencia, que terminó ganando Claudia Sheinbaum.

En las fotografías de abajo se puede apreciar que el método ha cambiado, y volvió a ser el que marcan los estatutos, en el cual, en contra de lo que se cree, no es la encuesta el método principal para elegir candidatos, sino la “valoración política” y las “encuestas previas de reconocimiento”.

En la primera fotografía de abajo se puede ver la Base Segunda de la convocatoria, en la cual queda claro que la Comisión Nacional de Elecciones es la que “valorará y calificará los perfiles” de los aspirantes, y será la que dará a conocer cuáles son los aprobados.

Pero en la segunda fotografía se lee un párrafo que corresponde a la Base Octava, que dice:

“La Comisión Nacional de Elecciones, previa valoración y calificación de perfiles, aprobará el registro con base en sus atribuciones; dicha calificación obedecerá a una valoración política del perfil de la persona aspirante, a fin de selección el perfil idóneo para fortalecer la estrategia organizativa interna de MORENA”.

Allí se le da a la mencionada Comisión el primer gran poder de filtro sobre las candidaturas.

Las bases Novena y Décima, que están en la tercera fotografía de abajo muestran el resto del proceso.

Allí dice que la Comisión puede realizar una“encuesta de reconocimiento” previa a la decisión, y aclara que en el caso de que se apruebe un solo registro, “éste se considerará como único y definitivo”. 

Ese es el gran punto en donde se le da a la Comisión Nacional de Elecciones todo el poder de decisión.

Normalmente MORENA nunca llega al paso de las encuestas entre aspirantes, sino que hace encuestas previas de reconocimiento y luego elige una candidatura única.

Con ese método, no permite que los tribunales electorales se metan en la vida interna y en la selección de candidatos. Por eso, hasta ahora el partido nunca perdió una impugnación de sus procesos internos.

Si todo eso se supera, recién allí habría una encuesta o estudio de opinión, que realizaría la Comisión de Encuestas, y podría apoyarse en dos encuestadoras espejo, pero los resultados son inapelables. Pero MORENA nunca llega a ese punto.

En caso de que la lista sea amplia, enviará los nombres a los Consejos Políticos estatales para que elijan a dos hombres y dos mujeres que pasarían a la etapa final.

También, la dirigencia se reserva el derecho de realizar todos los cambios necesarios por cuestiones de género.

O sea, lea Comisión Nacional de Elecciones, y, en los casos donde hay eleciones locales (como en Quintana Roo) los caciques estatales (léase Mara Lezama, por ejemplo) tendrán el control total de los procesos internos.

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Fuente: La Opinión de Quintana Roo