El Partido Revolucionario Institucional (PRI) está más desahuciado que nunca; en la depresión y sin poder recuperarse de la última decepción electoral, considera la militancia.

El otrora popular PRI está “muerto en vida” y la clara muestra son sus abandonadas oficinas municipales, en las que nunca hay un alma que atienda a las visitas, a pesar de que se encuentran en pleno centro de la ciudad.

“Aquí nunca vas a encontrar a nadie, no hay ni mobiliario. He venido en varias ocasiones para ver quién me puede atender para algunos temas vecinales que traigo, y nada de nada. Siguen deprimidos por la última derrota”, sugirió doña Leonor.

Contrario a lo que hace Morena, que ya se encuentra nuevamente en campaña proselitista con el pretexto de informar en las comunidades sobre la Reforma Judicial, el desorientado partido tricolor continúa “en caida libre”, con líderes ausentes y despreocupados por la inminente desaparición del partido, y con poca militancia que cada vez más prefiere servir al partido en el poder, como ocurrio en el reciente proceso electoral.

El propio presidente López Obrador se mofó hace un par de días de los partidos de oposición, diciendo que “ya van para dos meses de la elección, y no reaccionan”, situación de la que puede dar cuenta el busto del extinto Luis Donaldo Colosio y los despintados muros de la representación municipal del Revolucionario Institucional.

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