El mítico Newcastle, uno de los clubes más entrañables e históricos de Inglaterra, se ha unido a la corriente monetaria del fútbol actual y ha sido vendido por cerca de 353 millones de euros a un fondo de inversiones de la familia real de Arabia Saudita.
Sus nuevos propietarios, con un patrimonio de 368.000 millones de euros, desbancan a los dueños del Manchester City como los más ricos del fútbol británico. El equipo que entrena Pep Guardiola, dirigido por un fondo propiedad del jeque Sheikh Mansour,de Emiratos Árabes Unidos, cuenta con un colchón económico de 28.000 millones de euros, una cifra impactante, pero alejada del montante que ahora poseen las ‘urracas’, que llevan varios años a medio camino entre la Premier League y la Championship (Segunda división).
El traspaso del Newcastle, además de las enormes reticencias que genera por sus aristas políticas, también provoca recelos y heridas sentimentales. La venta convierte al club del norte de Inglaterra en el más rico del país y de Europaporque también supera al PSG, pero, para algunos, supone una nueva puñalada a las raíces y el sentido de pertenencia del que tradicionalmente han hecho gala los aficionados de un país que vuelve a ver cómo otro de sus equipos depende del capital extranjero. Sin embargo, tras confirmarse la compra, numerosos aficionados del Newcastle han salido a las calles a festejar la operación, pues la gestión del hasta presidente Mike Ashley ha sido muy criticada en los últimos tiempos.
Consumado el traspaso del equipo fundado en 1892, la lista de clubes con propietarios nativos de la Premier League está formada por solo cuatro clubes. Tottenham, Burnley, Brigthon y Norwich, al menos de momento, resisten al capital extranjero.
Viejo reducto del romanticismo de ese fútbol en el que defender al equipo de la ciudad era la gran meta, los clubes de Inglaterra comenzaron a burlar sus particulares reglas a finales del pasado siglo, cuando los primeros jugadores extranjeros, prácticamente ‘vetados’ hasta entonces, fueron incorporándose a las plantillas. Cuando las televisiones y la mercadotecnia se impusieron definitivamente en este deporte, la Premier fue la primera en subirse a la ola para conquistar y fidelizar seguidores por todo el planeta. Fue el momento en el que sus equipos comenzaron a atraer a las grandes fortunas. Inversores asiáticos, primero, norteamericanos y árabes, en las últimas décadas, exhiben ahora sus millones en la liga inglesa, que se prepara para recibir a Mohammed Bin Salman, la nueva gran fortuna del fútbol europeo.
La transformación del fútbol inglés en las últimas décadas ha resultado imparable y los antiguos propietarios de poderosas empresas locales han dado paso a jeques y multimillonarios que utilizan este deporte como hobby y escaparate para sus negocios. El 80 por ciento de los clubes de la máxima categoría están ya controlados por extranjeros.
El caso inglés es el espejo de la globalización y la pérdida de raíces que sufre el fútbol en toda Europa. Aunque hay dueños de diez nacionalidades extranjeras diferentes, los propietarios norteamericanos son mayoría en la Premier (Arsenal, Manchester United, Liverpool y Crystal Palace), seguidos de rusos, chinos y saudíes (dos equipos cada uno). Es la nueva Premier League, un campeonato con raíces ahora en todo en el mundo.
Fuente : Agencias
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