En México, diariamente, cada 14 horas, un periodista es víctima de amenazas, amenazas de muerte, espionaje, acoso jurídico, desaparición, tortura o uso ilegítimo y desproporcionado de la fuerza; el 50 por ciento de esos ataques está vinculado con la cobertura de actos de corrupción y gobierno, alertó la organización Article 19, durante el Foro de Libertad de Expresión, celebrado ayer en la Ciudad de México.

Paula Saucedo, Oficial de Protección y Defensa de dicha organización, subrayó la preocupación que reviste que, de 2020 a 2021, se triplicaron los casos de agresiones a personas defensoras de derechos humanos que buscan proteger la tierra y el territorio, especialmente frente a megaproyectos gubernamentales.

Las y los periodistas Carmen Aristegui; Marcela Turati, fundadora de Quinto Elemento Lab; Ismael Bojórquez, director del Semanario RíoDoce y Lucia Lagunes, directora ejecutiva de CIMAC, participantes del Foro, coincidieron en que este contexto adverso se ve agravado por la estrategia de estigmatización y criminalización diaria del presidente, Andrés Manuel López Obrador.

Durante el panel de diálogo, afirmaron que el discurso y ataques directos en contra de medios de comunicación y periodistas, “con nombre y apellido”, ha ido escalando y fracturando el diálogo, y sostuvieron que la postura de confrontación permanente que mantiene López Obrador agrava la vulnerabilidad de las y los comunicadores.

El Foro de Libertad y Expresión fue organizado por la Embajada de Noruega en México, como un espacio de análisis y diálogo, como parte de la presentación de la Estrategia para la Promoción de la Libertad de Expresión en la política exterior y de cooperación de aquel país, explicó la embajadora, Ragnhild Imerslund.

Al dar pie a la conversación, Carmen Aristegui, quien fungió como moderadora del panel, describió la escena actual para la Libertad de Expresión, como de “gran crispación” y de una “polarización por momentos genuina y por momentos inducida”.

Agregó que al contexto se suman capítulos como el de las y los eurodiputados que votaron un pronunciamiento relevante para señalar sus preocupaciones sobre la situación de México y la violencia contra periodistas, y el de la postura de un gobierno que responde con señalamientos “muy agresivos”.

Como participante en el panel, el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob), Alejandro Encinas, intentó convencer de las acciones emprendidas por el gobierno federal para la protección de las y los periodistas, subrayó que no pretenden eludir su responsabilidad y manifestó que “nosotros no mandamos matar a nadie”.

El funcionario fue interpelado por algunas de las y los comunicadores provenientes de estados de la República, quienes expusieron las deficiencias del Mecanismo de Protección y concordaron en solicitar el freno a los discursos de odio promovidos por el mandatario federal.

Periodistas mexicanos: Corresponsales de guerra sin salir del país

A un costado de Encinas, Marcela Turati, con una amplia trayectoria periodística en materia de derechos humanos, no dudó en afirmar que en México “estamos en un fuego cruzado” o que ejercer el periodismo es como “caminar a ciegas en arenas movedizas”.

Al describir la situación de ella y de sus colegas, recordó que entre las y los periodistas que acudieron al Foro, existen varios –incluyéndola– que han tenido que enterrar a colegas asesinados, “y ya no sabemos quién va a seguir o si por el cambio de gobierno van a matar a un periodista para mandar un mensaje”.

Fundadora de la Red Periodistas de a Pie, indicó que desde hace años se ha dicho que en México las y los periodistas “nos convertimos en corresponsales de guerra sin salir de nuestro país” y, actualmente, hay comunicadores que están desertando del periodismo de investigación e incluso de expresarse a través de sus redes sociales, por temor a que alguno de sus tweets sea motivo de alguna agresión o que su mensaje “sea el último”.

La periodista recalcó que el “mensaje de odio” que diariamente lanza el presidente, carece de matices, no solo se dirige a la prensa corporativa y se suma a una suerte de ejercicio de “diversión”, para decidir “de quién se burlan hoy” en las “Mañaneras”.

“Del carajo”, situación de la prensa en México

Ismael Bojórquez, director del diario Riodoce, en Sinaloa, resumió el escenario para las y los periodistas en este país: “Está del carajo”, expresó, para luego reclamar que López Obrador terminará su mandato, pero las y los periodistas se quedarán enfrentando la oleada de violencia recrudecida.

Al retomar las cifras de Encinas, manifestó que el 96 o 97 por ciento de impunidad en crímenes de comunicadores, se debe a que entre el 45 y 50 por ciento son cometidos o involucran a agentes del Estado. “Por eso no tienen castigo”, sostuvo.

Con una posición “profundamente pesimista”, se dijo convencido de que el gobierno federal, junto con estados y municipios, carecen de voluntad para modificar la tendencia actual.

Colocar a periodistas como adversarios, error político

Lucia Lagunes, integrante del Consejo Consultivo Ciudadano del Mecanismo de Protección, consideró que se ha dejado escalar el enfrentamiento del presidente contra periodistas, como parte de una estrategia que pretende colocarlos como adversarios, a falta de una oposición sólida.

“Me parece que haber elegido colocar a periodistas del lado de los adversarios y del enemigo a vencer ha sido un error político gravísimo de este país y sobre todo del presidente y de un grupo cercano al presidente”, dijo, al advertir que eso generará más violencia en contra de las y los periodistas y ha contribuido a “fracturar” el diálogo.

Lo anterior agudiza, además, la vulnerabilidad de periodistas de las entidades federativas.

“No se ataca a cualquier periodista. Se ataca a periodistas que tienen un reconocimiento social, público (…) casos muy concretos para las mujeres: ‘Si eso le ocurre a Carmen Aristegui, ¿qué nos puede pasar a nosotras?’

“Y eso lo escuchamos infinidad de veces de las periodistas que están en las entidades federativas que tienen al agresor al lado, que es el presidente municipal, que es el policía, que no es lo mismo que esta ciudad en donde podrías pasar desapercibido, sino que te lo encuentras en la calle”, resaltó.

Lagunes Huerta lamentó que, a 10 años de creado el Mecanismo de Protección, no solamente funcione de forma deficiente, sino que ahora haya sido debilitado y reiteró que la polarización propiciada por López Obrador “deja una deuda” con las y los periodistas de los estados, porque ya no saben a dónde acudir ante las agresiones que sufren en sus localidades.

“Se requiere un cambio de fondo”: Encinas

De las omisiones y deficiencias, Encinas Rodríguez responsabilizó a gobiernos estatales y municipales, a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle) y fiscalías locales, además de culpar a anteriores administraciones federales.

El funcionario justificó los ataques de López Obrador a través de la “Mañanera”, que concibió como un ejercicio de “debate”, para que el presidente mexicano pueda “defenderse”.

“Es una decisión del presidente debatir, pero es nuestra convicción garantizar la libertad de expresión. Ya no se admite postergación del tema”, dijo.

Encinas Rodríguez atribuyó al crimen organizado, en colusión con presidentes municipales y gobernadores, las agresiones que sufren las y los periodistas, en una proporción de 45 a 50 por ciento de los casos y dijo que el objetivo de los ataques no es sólo acallar voces, sino la disputa y el control por los territorios, fenómeno detectado desde el 2006, agregó.

De esa fecha hasta ahora, se tiene el registro de 256 periodistas asesinados en México; 101 de ellos, durante el sexenio del entonces presidente, Felipe Calderón; 96, con su sucesor, Enrique Peña Nieto y 56, en lo que va de la administración obradorista que, admitió, no solo no ha logrado frenar los ataques, sino tampoco revertirlos.

Como parte de su intervención habló del asesinato ayer del periodista, Amando Linares, en Michoacán, a quien prácticamente responsabilizó de ser víctima de dicho crimen, por no haber aceptado entrar al Mecanismo de Protección y seguir las medidas recomendadas, “y ahí tenemos las consecuencias”.

Atacar no es debatir: Aristegui

Aristegui agradeció al subsecretario Alejandro Encinas, su apertura para participar en el Foro, pese a la tensión que existe entre el presidente y la prensa mexicana, pero discrepó de lo expresado por el funcionario, en cuanto a que las “Mañaneras” son un ejercicio de debate.

“No es una anécdota, no es un elemento colateral, no es una cosa secundaria, en mi opinión, que el presidente asuma posturas tan directas, con nombre y apellido, con una agresividad bastante notable en contra de periodistas y medios de comunicación en específico.

“Tanto como debate, no es lo que hace el presidente, pero sí es un factor importantísimo que agudiza una problemática de ya muchos años, que agudiza un clima que tiene muchos componentes”, señaló.

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