Los propósitos personales de inicio de año generalmente no se logran, debido a que los cambios de hábito tienen que hacerse de manera paulatina disciplinada y no de un día para otro, “pues no es nada más abrir y cerrar ciclos“.
Para el psicólogo Manuel Antonio Oropeza las personas no planifican los cambios de hábitos y pretenden hacerlo de manera radical, lo cual no funciona.
Si no se hacen de manera paulatina, el cerebro entra en síndrome de abstinencia que acarrea ansiedad. Lo que nos va a provocar la ansiedad es una recaida, y si antes te fumabas un cigarro, ahora te vas a querer fumar dos o tres, porque el cuerpo está exigiendo su dosis de nicotina, y lo mismo pasa con los alimentos, el alcohol y otros malos hábitos y vicios”.
El especialista en conducta recomienda hacer cambios planificados y firmes, para verdaderamente poder dar un giro a nuestro estilo de vida, “pero no intentemos hacerlo de manera radical, porque nos va a resultar contraproducente“.
Uno de los propósitos más recurrentes de año nuevo en hombres y mujeres es bajar de peso y/o ingresar al gimnasio, aquí recomienda no someterse a dietas demasiado rigurosas ni a rutinas de ejercicio o disciplinas agobiantes, “porque nos vamos a estresar, no se puede hacer de golpe”.
“Hay que hacer un cambio planificado con un objetivo a largo plazo y dividirlo en pequeños objetivos semanales, mensuales, etcétera, para que nuestro cuerpo no entre en crisis”.
Entre los propósitos personales más populares en inicio de año destacan bajar de peso, dejar de fumar y/o consumir bebidas alcohólicas, hacer ejercicio, mejorar los ingresos económicos, conseguir el amor, logro de bienes personales, tocar un instrumento, iniciar una carrera universitaria, entre otros.
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