Otro aniversario luctuoso más del que pudo convertirse en Presidente de los Estados Unidos Mexicanos , durante el sexenio de 1994-2000, Luis Donaldo Colosio Murrieta, un acontecimiento que conmocionó al país entero, que desde el asesinato del otrora Presidente Álvaro Obregón en 1928 no se había vuelto a vivir algo semejante.
A 25 años del magnicidio, el caso de Colosio, nuevamente empieza a generar voces de un crimen de Estado que no fue aclarado y que como en el homicidio de John F. Kennedy, en Estados Unidos, seguramente jamás se conocerá la verdad.
Hoy con un nuevo gobierno en el ámbito federal , se podría pensar que dentro de la llamada cuarta transformación, esta, incluiría  reabrir casos que para el colectivo nunca fueron aceptados como lo fue el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, máxime que entre el gabinete que acompaña en este arranque de sexenio a Andrés Manuel López Obrador , se ubica un personaje que fue muy cercano a Colosio Murrieta, se trata del actual Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México, Alfonso Durazo Montaño, quien aparte de haber sido su amigo , también se desempeñó como su secretario particular.
Si bien es cierto que Alfonso Durazo no cuenta con la facultad para reabrir el caso ya que eso le compete a la Fiscalía General de la República, en la figura de Alejandro Gertz Manero , si puede gestionar o cabildear el asunto no solo con el titular de la FGR sino también con el propio presidente López Obrador.
Ya durante esta semana Alfonso Durazo ha señalado que no cree en la tesis del asesino solitario en el magnicidio de Lomas Taurinas hace un cuarto de siglo.
En lo personal aún recuerdo aquel miércoles 23 de marzo de 1994, cuando llegaba a mi casa de la colonia Narvarte en el Distrito Federal y con gran sorpresa veía y escuchaba la noticia, a través de la gran cobertura que realizaba Televisa, Talina Fernández  que se encontraba en Tijuana, informaba de manera extra oficial la muerte cerebral de Luis Donaldo Colosio Murrieta, información que confirmo segundos después Jacobo Zabludovsky, y ponían a cuadro las palabras de Liebano Sáenz, quien anunciaba la muerte de Colosio, asesinado en la colonia Lomas taurinas, de Tijuana, Baja California, desde entonces ya han desfilado cuatro fiscales especiales del caso y todos como dijo Sócrates, dijeron: Yo solo sé que no se nada. Aquí le van los nombres: Miguel Montes, Olga Islas, Pablo Chapa Bezanilla, y Raúl González.
La teoría del asesino solitario, nunca fue y ha sido aceptada por el pueblo mexicano, razones son muchas, entre ellas esta aquel discurso que hizo el candidato del tricolor el 6 de marzo de 1994 en la plaza de la Revolución, es decir 18 días antes de su homicidio, Colosio Murrieta cuestionaba el gobierno del que lo había puesto como candidato, el entonces presidente, Carlos Salinas de Gortari, habló de que había un México con hambre y no existía respuesta de sus autoridades.
Otro factor para tirar la teoría del asesino solitario, es la doble ejecución que se dio la misma noche en que murió Luis Donaldo Colosio, en un taller mecánico de Tijuana, aparecieron ejecutadas dos personas del sexo masculino, uno de ellos, según investigadores sobre el caso, era el asesino material, es decir, el verdadero Mario Aburto, (un policía federal) pues se presume que la persona que presentaron las autoridades y se encuentra recluido, es un falso Mario Aburto, es obvio pensar que sí fue un complot, el homicida fue liquidado esa misma noche para cubrir cualquier indiscreción posterior a los acontecimientos, como se dice coloquialmente “muerto el perro se acabó la rabia”.
Un factor más es que Colosio Murrieta, recibió dos impactos de bala, el primero en la parte derecha de la cabeza, arriba de la oreja, mientras que el segundo fue en el lado izquierdo del abdomen, situación muy complicada para que lo hiciera un solo tirador, por ello se especula que otro de los que estaban cerca del candidato, fue quien jaló el gatillo para el segundo disparo.
Según el único, famoso y cruel video del asesinato, donde se escucha de fondo el tema musical “La culebra” que fue analizado por expertos criminalistas surgieron algunos presuntos participantes en el magnicidio, sin embargo al transcurrir de los años salieron libres y nunca se les pudo comprobar su culpabilidad, Tranquilino Sánchez, Vicente Mayoral, Rodolfo Mayoral, Othón Cortés son ejemplo de ello.
Todavía se recuerda que en el velorio del candidato priísta, en la funeraria de Gayosso ubicada sobre el eje 7 Félix Cuevas, en la capital del país, donde estuve presente, un gran número de personas gritaban “asesino”, “culpable” a alguno de los que estaban haciendo guardia en el ataúd, entre los asistentes estaban el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, que sería el próximo mandatario del país y fuera por cierto en ese momento el coordinador de la campaña de Luis Donaldo Colosio Murrieta, también estuvo el entonces Gobernador del Estado de México, Emilio Chuayffet Chemor y reciente Secretario de Educacion en parte de la administracion de Enrique Peña Nieto, un hombre de la vieja guardia del PRI en el gabinete de Peña Nieto.
Así, a 25 años y contando del magnicidio, me vuelvo a preguntar ¿si algún priísta se acordará de Luis Donaldo Colosio Murrieta? Si Andrés Manuel López Obrador tenga en su agenda en tema de reabrir el caso ?  , si lo llevaría a consulta ?como pretende hacerlo contra los ex presidentes de México a partir de Carlos Salinas , será posible que en la llamada cuarta transformación este contemplado abrir el expediente Colosio y por ende buscar resolver a fondo el asesinato del entonces candidato presidencial del PRI ? .

LEGADO DE BENITO JUÁREZ SIGUE VIGENTE: MARA LEZAMA

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